Capítulo 19: Cobardía.

14 10 2
                                    

En la mente de Riggan

Oigo la voz de un ángel, que me ruega que despierte.
Pero hay algo que me falta.
Y tengo que ir a por él.

-¿Por qué?—grita una voz que reconozco al instante.

Me giro hacia él.

-¿Por qué qué, Tonny?—pregunté sin importancia hacia él en mi alma.
Algo se estaba yendo.
Algo fallaba.

-¿Por qué ninguno de los dos supo que éramos uno.. Cuando el mundo nos gritaba las pistas necesarias, cuando ambos sabíamos que éramos huérfanos y nacimos el mismo día sabiendo que no nos podríamos separar jamás? ¿Por qué no nos dimos cuenta?—quería llorar pero lágrimas no salían de sus ojos.

Me quedé callado.
Estaba dolorido..literalmente hablando.
Sentía que mi vida se acababa.
Sabía que Tonny había muerto.
Y si estábamos uno frente a otro es porque mi final se estaba acercando.
No tengo valor ni para decirle que lo siento.
No tengo valor para decirle que yo ya sabía esto.

-¿Lo sabías...verdad? Y yo tan tonto e ingenuo que me manipulabas como querías.

Apreté mis puños.

-Lo intuía. No podía haber tanta coincidencia.
Estar en el mismo sueño.. en el mismo cielo.
Porque sino..¿Dónde estamos?—dije mientras mirábamos a nuestro alrededor.

Nos encontrábamos encima de algo redondo, de un azul oscuro.
Tonny se encontraba en el fin de una curva y yo en otra, mientras que el cielo era algo subjetivo e inimaginable, ficticio.

-No lo sé, pero aún no estás muerto. Tienes posibilidad de sobrevivir.

-¿Para qué? ¿Para qué seguir intentando algo que me vence, algo que me hunde? Me destrozas si no estás a mi lado y ahora me hieres porque no eras tú el que me estaba golpeando hace un momento. ¿Qué debo hacer, Tonny, si me faltas tú? ¿Qué tengo que hacer? ¿Como voy a volver, si sé que no te volveré a ver?

Miró hacia abajo y yo hacia arriba, sabía que esto no iba a acabar bien.
Él era la mitad que me hace humano, el perdón del pecado.
Lo necesito, lo necesito de verdad.

-Tiene que haber alguna forma. Siempre la hay, ¿no?—y volvió a mirar en mi dirección, mientras que bajaba mi mirada compasiva lentamente.

Y me volví a quedar callado.

-¡Riggan, joder! ¡No puedes quedarte sin hacer nada así sin más! ¡Tú tienes una oportunidad de seguir! ¡Aprovéchala! —chilló con todas sus fuerzas intentando reanimarme de lo que se avecinaba cada vez más, mi final.

Lanzó un suspiro de decepción por ver que ocasionó en mí una reacción que no esperaba y corrió acercándose con una velocidad arrolladora.

Sonreí y sentí cómo me empujaba.. mientras caíamos al vacío.

Agarró el cuello de mi camiseta y lágrimas que iluminaban una clara oscuridad salieron sin querer de nuestros ojos.

Él porque no conseguía convencerme con su actitud sorprendentemente valiente y yo porque estaba siendo insoportablemente cobarde.

-¡Reacciona, Riggan! ¡Reacciona, por favor!—y me zarandeó una vez más.

Sentí como nos separábamos y caímos de pie otra vez al mismo esférico lugar.
Separados a la misma distancia, distancia entre lo que me quedaba de vida y lo que completaba su muerte.

Respiré hondo y tragué saliva, sentí un horrible dolor en mi pecho y caí de rodillas a lo que hasta ahora denominaba suelo.

-¡Riggan!—oí como se acercaba hacia mi.

BWF (Best War Friends) editando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora