Caminamos hasta la escuela. Aún era temprano y estábamos en el patio. Tocó el timbre para entrar a clases.
- Bien... aquí nos separamos.
- Si... ¿te veo más tarde?
- Claro linda... como siempre. - Sonrió y me despeinó.
- Adiós, te veo más tarde.
- Igual. - Besó mi frente y me fui caminando a mi clase.
No prestaba nada de atención. Lo único que hacía era ver el reloj. Ver cuánto faltaba para verme con Tae.
Lo conocí a los 8 años, él tenía 9. Recién a los 12 empecé a sentir algo por él. Siempre me ha cuidado y defendido. Es mi mejor amigo, jamás me alejaría de él.