Before The Smile (:

9: Fake happy.

Al fin se había terminado. Todo eso de las fiestas navideñas lo solía poner un poco tenso. No odiaba la época en sí, más bien odiaba lo que pasaba en ella; gente hipócrita que no hace nada por ti en todo el año, pero cuando llega 31 de diciembre, son los primeros en desearte un buen año nuevo, con esas sonrisas falsas, como si no pudiera darse cuenta de que solo lo hacen por compromiso, cuando en realidad solo quieren que te pudras. Odiaba a todas esas personas que escribían un solo mensaje y se lo enviaban a todos sus conocidos, para evitar hacer un esfuerzo al escribirle algo especial a cada uno. El no hacía nada de eso, bueno, al menos no con todas las personas, solo con las que consideraba especiales, y en su caso, solo era una.

Y lo hizo, sin ningún problema, al contrario, le gustó haber escrito todo eso. No eran cosas que ella no supiera, pero si había algunas que no solían ser evidentes, como el hecho de que estaba muy agradecido por haberla conocido, por dejarle ser su amigo, por ayudarlo en muchos aspectos de su vida, y, simplemente por estar ahí, tal vez no como él quería, pero solo importaba que la tenía en su vida, y eso era suficiente... estaba bien.

Gracias a eso, gracias a ella pudo olvidar que Josh estaba ahí, era muy curiosa su situación, lo sabía, pero eso no venía al caso cuando se trataba de estar con ella.

Habían pasado algunos días, y todo se había calmado, ya no más movimiento en la ciudad, más bien, solo el habitual, podría apostar que menos del habitual, y eso le gustaba aunque no solía salir mucho. Aún quedaban unas semanas para volver a sus clases de música, y estaba ansioso por hacerlo, por volver a verla, pero afortunadamente habían hecho algunos planes para reunirse con unos amigos. No había plan más perfecto, todo un día completo con ella. Pidió permiso en su trabajo para faltar 2 días, ya que, a pesar de que el viaje no era muy largo, tendrían muchas cosas que hacer, y terminaría cansado.

Hizo hasta lo imposible para poder sentarse junto a ella en el autobús, ya que en serio quería estar junto Hayley, no importaba si platicaban, o iban en silencio todo el camino, solo quería sentirla cerca. Un viaje de 4 horas se le haría largo a mucha gente, pero a Tay se le pasó volando, ya que casi todo el camino se la pasó platicando, y, aunque eran las 3:50 de la madrugada, eso no les impidió hablar, gritar, reír, hacer bromas... en fin, no podía haber momento más especial que ese. Lo que sería un viaje en autobús largo, cansado y aburrido se convirtió en la aventura más divertida de todas, y aunque aún no llegaban a su destino, todo iba perfecto, y sabía que el día entero así seria, podía apostarlo.

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Una aventura, no podía llamarlo de otra forma, ya que él no conocía la ciudad en la que se encontraba, y confiaba en que H, o alguno de los chicos supiera moverse en ese lugar. Y así era, en parte, ya que si Hayley no conocía toda la ciudad, al menos sabía dónde estaba.

Casi todo era nuevo para él, había mucha gente caminando, corriendo, hablando, nadie se detenía. Ningún rostro conocido, estaba lejos de casa, y eso lo sabía perfectamente, y aunque no confiaba plenamente en la orientación de sus amigos, no le quedaba de otra más que seguirlos.

Después de un par de horas, llegó un momento en el que tuvieron que separarse, obviamente el chico se fue con Hayley, y fue la mejor decisión que pudo haber tomado, ya que no sabía lo que le esperaba esa hora juntos.

-ok chicos, nos vemos en el centro de la ciudad- exclamó H con un tono entusiasta.

-claro, nosotros les llamamos para que nos digan dónde están, y poder alcanzarlos- respondió uno de los jóvenes, amigo de ese par.

Fueron las últimas palabras que cruzaron antes de separarse por completo, y que cada grupo tomase su propio camino. Después de que se alejaron unos metros en dirección contraria a donde se encontraban, el menor no pudo hacer la pregunta obligada: -bien, y... ¿hacia dónde nos dirigimos?- ya que, a pesar de que sabía cuál era su destino, no sabía exactamente el cómo llegar. –Bien, lo primero es ir a la estación del subterráneo que debemos tomar, y en este caso, es la más cercana, así que, tú solo sígueme-