Before The Smile (:

2: Brighter

Eran las 2:30 de la tarde y la habitación era un desastre, no quería aceptarlo pero sabia que le hacia falta, en menor cantidad, pero era su única referencia cercana al cariño que pudo haber dado.

En el ordenador se podía apreciar un fragmento de conversación seleccionado, y el cursor bajando de manera lenta pero constante, teniendo como destino final la opción "eliminar". "Lyndsey" era el titulo de esa desgarradora desventura. Le había costado tanto tomar esa decisión, pero era para su bien. Conforme el puntero continuaba su recorrido y cumplía la función de marcar el ultimo tramo de texto que quedaba, Tay leía fragmentos de recuerdos que ya no quería en su memoria, y mucho menos en la de su computador. Antes de llegar a la ultima linea de texto, se detuvo en la parte que mas le había hecho daño, la parte que el consideraba como el cuchillo sin filo, moviéndose de atrás hacia delante, tratando de cortar la delgada capa de piel que los unía, pero como iba a saber que terminaría de esa manera, tenia una idea de como lo haría, pero jamas hubiera pensado que eso dolería tanto.

-oye, si te hubiera pedido ser mi novia, que hubieras dicho-

Aun podía recordar los segundos que tardó ella en responder, como esos tres puntos saltaban representando que estaba escribiendo su respuesta.Temeroso de revivir ese momento, y antes de continuar leyendo hasta el final del mensaje, y por consiguiente, la respuesta que había recibido, concluyó eliminando para siempre esa conversación.

El hecho de que haya leído de nuevo esos mensajes debió haberlo centrado en su pantalla, pero en realidad sentía una incertidumbre enorme, aun después de 2 semanas, no podía encontrar el porque de haberle sonreído a esa chica.

-técnicamente no le sonreíste directamente, sino mas bien le devolviste la sonrisa-

-es casi lo mismo pedazo de idiota-

de nuevo se abría un debate en su cabeza por una tontería, pero ni eso logro que dejara de pensar en ella. No quería hacerlo, pero hasta su nombre se le había quedado grabado, algo que le sorprendió mucho ya que el era muy malo para los nombres, y mas para los que eran extraños, o que nunca había escuchado. "Hayley" no sonaba tan complicado, de hecho le parecía un nombre muy lindo, aunque para ella no era tan agradable, ya que prefería su segundo nombre: Nichole.

-2 semanas y aun no puedo sacármela de la cabeza, tal vez si le pregunto por que me sonrio pueda quitarme esta duda que, literalmente, no me deja descansar-

En un intento de distraerse, hizo lo impensable para el en los años anteriores, acomodar su cuarto. Pero no era tonto, sabia que se iba a aburrir y que lo dejaría como estaba, así que lo combino con algo que ama hacer... escuchar música y bailar como un retrasado, así que procedió a abrir el viejo reproductor que le había regalado Lauren, su mejor amiga, y busco entre su desorden el cd de su banda favorita: Blur, y directamente puso su canción favorita, la cual se llama "the universal".

cansado, bañado en sudor y totalmente polvoriento, termino su deber, después de 2 horas de recoger, barrer, limpiar, ordenar y muchas cosas mas. Tomo una ducha de media hora, para el era normal y agradable, pero para su recibo de gas le parecía una broma sin gracia. No consultó el reloj por un largo rato, y para cuando se dio cuenta, ya iba tarde para su clase. Odiaba ser impuntual, pero por alguna razón siempre salia tarde de su departamento, a pesar de organizarse de manera perfecta, siempre lograba sorprenderse.

Por suerte, la clase aun no comenzaba. De hecho, aun no había llegado nadie, solo estaba la señorita Williams, con los audífonos puestos.

-que rayos escuchara una persona como ella?, ya sabes, con conocimiento en música-

-no seas tonto, tiene la misma edad que tu, pero hasta para mi, me es desconocido ese terreno. de seguro a de ser de esas personas que escuchan música clásica o de orquesta-

pensó mientras recorría el pasillo y miraba por la ventana a Hayley.

jamas habría tenido una oportunidad como esa, así que aprovecho el momento para hacerlo. se acerco a ella, tratando de verse sereno y no obsesionado de alguna extraña forma, pero conforme se aproximaba a ella, sus dudas crecían mas y mas: que hago? Como le pregunto?, que estará escuchando?, acaso es muy temprano?, por que aun no llega nadie?.

al estar a 2 metros de ella, pudo aclarar una de sus muchas dudas, ya que tenia la música a un volumen ensordecedor, pero gracias a eso pudo tomar un poco de confianza, ya que reconocía la canción que estaba escuchando.-Everybody's fool, de Evanescence- penso. tal hecho le ayudo a quitarse los nervios, y eso le pareció un poco gracioso, ya que era una de sus bandas favoritas.

-Buenas tardes maestra, ¿como se encuentra?-

-Maestra?, cuantos años crees que tengo, ¿40?... es broma, llámame Hayley, o Nichole, odio las formalidades. necesitabas algo?- preguntó la joven.

Tay, al recibir esa respuesta, trato de no reírse, así que fue directo al punto.

-me preguntaba por que me sonrió en la primer clase, digo, no me pareció desagradable, pero si un poco extraño-

la chica pronuncio una sonrisa en sus labios y contesto algo que Tay no se esperaba.

-yo no te sonreí, mas bien me reía con todos, pero, no se por que te sorprendes si tu también me sonreíste- respondió de una manera "coqueta" . Después de eso, se hizo el silencio por unos segundos, y los dos comenzaron a reír, ya que la situación era un poco cómica.

Desde ese momento, Taylor sabia que había encontrado a alguien con quien iba a congeniar de una manera única, mas allá de un compañerismo como la que tenia con las otras personas de clase.

Continuaron platicando sobre bandas, canciones, música y muchas cosas en general. A pesar de que en la mayoría de situaciones no concordaban, sabían que su amistad iba a estar llena de cosas buenas en general. Pero a Tay le esperaba un poco mas que eso, algo que en ese momento, ni en los días o semanas siguientes podría haber imaginado. Y es que podia jurar que ella brillaba mas intenso de lo que cualquiera lo hacia.