Día 28

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"Quise matar la realidad, haciéndome creer que todo estaría bien, pero la realidad me termino de matar y hundir."-

"Desaparece de mí vida."

Esto es una mierda, dijo Diana quitándose el rímel delante del espejo — Eres una tonta — lo repetía una y un millón de veces.

— ¡Oh! Diana, ¿por qué todo nos sale mal? — me dije.

Solo trato de encajar, pero nada funciona. Diana, es una pequeña niña que no sabe qué hacer con su vida, pero sabe que el cúter la hará sentir mejor. La sangre recorría en su brazo, hasta caer en sus piernas.

— Todo lo que hago es llorar — dije llorando.

Una, dos, tres, cuarto, cinco cortadas ¿Diana no piensas parar?, ¿por qué te gusta lastimarte?, ¿eso te hace sentir mejor?, no ves que solo empeoras, decía una pequeña voz en su cabeza.

Diana, se levantó con su brazo lleno de sangre, se sentó en la ventana y miró la luna.

— Así eres mejor ¿no? — preguntó.

El tiempo todo lo mejora, — rio — la melodía recorría en su cabeza, preguntándose a sí misma.

— ¿nunca seres suficiente?, solo fui utilizándola. —

Mensaje de Michel Hermings
Diana, lo siento. Perdóname por favor, gilma no es nada en mí vida ya.
Enviado a las 1:23am

Diana, se que estás ahí. Tuve un problema con gilma, en los días que estaba contigo.
Enviado a las 1:23am

— ¿Y qué se supone que debo de hacer?, contestar como que sí nada haya pasado, no lo creó. — dijo Diana.

Diana muchas veces pensó en quitarse la vida, pero había algo que la impedía hacerlo, ¿qué era?, la falta de amor. Pero sin eso en la vida de ella, era lo suficiente para pensar que a los 17 años, la vida no vale la pena. ¿Qué absurdo no?. Diana, diana, diana ¿qué demonios harás esta ves?

— Lo único que se es que... No quiero pasar por esta mierda. —

¡¿Estas loca?!, tal ves lo estaba.

Con 17 años Diana, no le encontraba sentido a la vida, a pesar de que al veces tenía buenos momentos, ella solo quería morir. Al parecer la muerte es lo único que salva al ser humano de la desesperación.

— Diana, te buscan — dijo simona desde el otro lado de la habitación.

— No quiero ver a Michael — dije.

— No es él —

— ¿Segura? — pregunté.

— Por supuesto querida — simona.

— Bien, gracias — dije.

Vaya, ¿quién demonios habrá interrumpido mí suicido?, dijo Diana un poco molesta.

Baje las escaleras, simona me dijo que me estarían esperando en los árboles.

— ¡Ahm!, ¿hola? — dije.

— Diana, yo lo la.... —

— ¡QUÉ TE VAYAS A LA MIERDA DIJE! — exclamé.

— ¡NOOOO!, por favor escúchame — dijo Michael.

— No quiero, ya sé lo me dirás — dijo Diana con el corazón y el alma rota — Ya se todo —

— Es que estaba en un mal momento —

— Eso no justifica nada, eres un idiota. —

— Perdóname por favor — toma sus manos —

— No me toques ¿quieres?, me iré mejor, adiós — camine hacía la puerta de mí casa.

— No, Diana por favor no hagas esto ¿quieres? — dije con un gran suspiró.

¿En realidad Michael haría esto?.

— ¿En serio? — toque su pecho dos veces con mí dedo índice — Eres un idiota, cogete a tú perra — vaya que sí estaba enojada.

— Tú.... tú no eres así — exalte — Déjame ayudart.... — es interrumpido por Diana.

— ¡NO! — exclame — No lo necesito, solo querías cogerme, como siempre, desde el inicio ¿no? — entre llanto, pero esta ves en ira.

— Lo siento — incliné mí cabeza.

— Adiós — me dirigí hacía la puerta.

— Dia... — azoto la puerta.

Simona me había mentido, pero sé que lo hizo porque lo necesitaba supongo.

— Mí niña, perdón yo no.... — dijo simona.

— No te preocupes — le di un cálido abrazo.

— Discúlpame Diana — inclinó su cabeza.

— Descuida simona, que no vuelva a pasar — reí — A la próxima no lo dejes entrar, eh ignora todo de él — le di un beso en la frente.

Regresando a mí agonía y mí crisis existencial, ¿qué pasará de mí?. Fue la pregunta que se hizo Diana, era más que obvio que viva no quería estar.... Pero Diana estaba apunto de llegar a su límite.

Fui directo al baño, me introduje mí cepillo y vomite todo, lo hice más de 5 veces, la sexta era sangre me puse feliz.

— Lo estamos logrando — dijo Diana feliz.

Seré muy linda dentro de poco, sería feliz. Al pasar las semanas, Diana no salía de su cuarto, pues pasaba haciendo ejercicio.

— Mejor ver las costillas que estar gorda — dije frente al espejo.

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Espero les haya gustado ❤️, les doy gracias a todas por comentar.

Diario De Ana Y Mía : Diana.[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora