Diario De Ana Y Mía : Diana.[EDITANDO]

Día 1.

Como siempre me levante, me había mudado alejándome de los que quería, pero no podía soportar pasar por ese puente. Ese puente me quito la felicidas, las ganas de vivir.

¿Dónde quedó aquella chica linda? me decía a mí misma, mientras me tocaba el rostro y me veía en el espejo. Ahora estoy gorda.

Diana, es hora de ir a la escuela - Dijo Simona -

Simona era la única que no me había dejado sola, ella se hizo cargo de mí. En este mundo sólo tenía a Simona. Era la chica nueva, que horror dije, todos me observaba como bicho raro.

¿Estás perdida? - Dijo una chica de pelo largo.

- Sí - Dije dándole una sonrisa.

Me llamo Genesis, mucho gusto - Estén dio su mano.

- Soy Diana - Dije.

Por fin, alguien no me ignoró. Veía su silueta nunca había sentido envidia por alguien pero es que ella.

Eres ¿nueva?. - Dijo.

- Sí - Mientras miraba hacía otro lado.

¿De dónde eres? - Dijo.

- De Ottowa ,Canada - Sonreí.

¡Wow! algo lejos - Rió - Debiste de conocer a una chica llama "Amanda Todd", ¿no?- Dijo.

- ¡Sí! - Exclamó - Antes me enviaba mensajes con ella, pero una noche ella se suicidó.

Lo sé - Dijo ella - Yo la conocí.

Amanda Todd, vivía en Ottowa, Canadá. Ella era el punto fijo de su escuela, se cambio tantas veces pero ella recibía "CyberAcoso", hasta que un día Amanda le puso fin a su historia.

Mientras platicaba con Genesis, ella me mostró mí salón de clases de nuevo era el centro de atención. Me miraban como bicho raro.

Diana, pasa por favor. - Dijo mirándome.

- Claro - Suspiré y entre - Hola mí nombre es Diana McChrystal, soy de Ottowa, Canadá y tengo 16 años - .

¡Qué gorda es esa chica! - Dijo una rubia.

- ¿Tiene algún problema? - Dije mirándola.

No te metas conmigo, ¡GOR-DA! - Todos ríen -

Vaya que día el mío, ya tenía una enemiga, decidí sentarme mejor.

No les hagas caso. - Dijo Genesis.

- Me da igual - Dije sin nungun sentido alguno.

Se que no - Sonrió - Tú primer día de clases tenía que ser el mejor - Dijo.

- No todo sale bien como uno quiere - Dije mirándola

Deja de hablar con esa gorda - Rió.

- ¿No tienes otra cosa mejor que decir? - La miré fija.

¿Quién te crees que eres gorda? vete de aquí, no ves que le das asco a todos - Rió.

- Iré al baño - Dije.

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