Día 35

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"Siendo una persona pasajera entre tantas, aún me hago pensar y notar."-

"La moraleja de Diana"

Diana, evita ir a la escuela, evita ser escuchada y golpeada. Mayor mente pasas sus días en su casa, como muchos adolescentes teniendo diecisiete años Diana a tenido muchas experiencias que depende de su vida, el hilo de la decisión.

— Diana — dijo simona desde el otro lado de la habitación.

— ¿Sí? — respondí amargamente mientras trataba de ponerme en pie.

— Tendrás que ir a la escuela — dijo simona.

Bien Diana

Diana, escogió una de sus ropas pero había algo, algo en su ropa había cambiado.

— ¿Esto me queda flojo? — se preguntó Diana — ¡SÍ! — gritó Diana, como si fuese sacado la mejor nota Diana se alegró.

Diana, bajo las escaleras con la frente en alto pensando que había logrado su objetivo pero eso cambiaría al llegar a la escuela.

— ¿Por qué todos me miran? — preguntó Diana — Pensé que había bajado de peso.

— ¡Diana! — exclamó Génesis — Espérame — agitó su respiración agarrando sus rodillas.

— Hola —

— ¡Wow! — volvió a exclamar y haciendo un rodeo en sus ojos — Te ves muy bien — sonrió.

— ¿De verdad lo crees? — sonrió Diana

— Por supuesto — le dio un pequeño golpe en el brazo.

Hasta aquí todo bien, había pensando. Pensó que lo había logrado, pero las personas que padecen de esta enfermad nunca están conforme y quiere aún más.

— Ya viste que la gorda adelgazo — río un grupo de amigos

— ¡¿QUÉ GORDA?! — preguntó y gritó.

— Oye te escuchará — tono agrio — La que está por la cafetería — río

— Esa gorda — dijo suspirando y rodeando sus ojos mientras se sentaba — Has escuchado ese refrán que dice; aún que la gorda adelgace, gorda se queda — río

— ¿No era seda? — preguntó

— Es lo mismo, Sandra — dijo Raquel levantándose de la mesa con un Yogurt hacia la mesa de Diana.

Las personas realmente te quieren ver mal, envidiamos la felicidad de los demás.

— ¡OYE GORDA! — gritó Raquel

— ¿Es a mí? — preguntó Diana sabiendo que sí era para ella.

— Claro que sí cerda — rieron todos — Ten un poco de comida, has de estar hambrienta — Raquel embarró su yogurt de fresas en la camisa de Diana.

Todos en la cafetería rieron, otros señalaron a Diana mientras que algunos no hacían nada, pobre Diana.

— Eres una idiota — mientras limpiaba el Yogur de la camisa de Diana

Diario De Ana Y Mía : Diana.[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora