Día 36

102 8 2
                                    

"La vida nos enseña que, cada día somos más necesitados de amor y compresión."-

Despertando en la n a d a..

Diana se quedó dormida una ves más, es algo monótono. Te acostumbras a sentir dolor, rencor, ira y odio y tú mente piensa que esta bien, haciéndote creer que sentir esas emociones es lo más normal de la vida.

— Diana, despierta estás en la realidad — decía una voz en su interior — No quiero. — alzó la voz Diana — No quieres, ¡Oh!, ¿no puedes? — volvieron a surgir las incógnitas de la vida, en la vida de Diana.

— ¿No piensas ir a clases? — dijo Simona abriendo la puerta y acercándose poco a poco donde se encontraba Diana.

— No — contestó soberbiamente.

— La vida no se arregla con dormir — respondió Simona, yéndose de la habitación.

Tal ves, solo tal ves Diana necesitaba esas palabras "La vida no se arregla con dormir", pensó nuestra querida Diana, tratando de hacer un mejor día para ella. Simona tiene razón, ¿verdad? — ¿Cuantas incógnitas más tendrás? — pensó.

Diana, se levantó y dijo — Hoy será un gran día — los días pueden cambiar si te lo propones. Desayuno, se despidió de Simona y al salir de su casa enfrentó de nuevo la realidad "La vida de un adolescente".

— ¡Heey! Diana, ¿qué tal? — dijo Genesis con una hermosa sonrisa.

— Supongo que bien — sonrió, sabía que lo estaba.

— Sabes que siempre estaré para ti — Genesis es esa amiga, que su personalidad te provoca dulzura y confianza.

El día comenzó bien, pensé que ojalá así fuesen todos los días hasta que llegó la hora del receso.

— ¿Quieres comer una hamburguesa con papas? — preguntó Genesis

— ¡Ahm! — realice un gesto de desacuerdo — Claro — sonreí

— Perfecto — dijo Genesis

— ¡Oye!, pero que sea una cada una ¿sí? — volví a sonreír, sin pensar dos veces.

Diana, Diana, Diana ¿qué habías hecho?, ¿acaso quieres engordar más?, ¿acaso no te has visto en algún espejo?, ¿por qué lo estás haciendo?.

— ¡LA COMIDA LLEGÓ! — exclamó y alzó la voz, con un suspiro.

Y ahí me encontraba yo, en una aula con mis amigos comiendo, pero pensaba ¿será bueno?, así que sin pensarlo me di atracones. Las personas veían a Diana como que si fuese un bicho raro, algunos murmuraban.

— ¿Acaso no a comido está chica? — susurró — Parece que no — río otra.

Diana para, por favor date cuenta de lo qué haces.

— ¿Estas bien? — miró Genesis con asombro, acercándose hacia el hombro de Diana.

— ¡Sí! — reí — ¿Pasa algo? — pregunté, sabiendo que si pasaba algo.

Diario De Ana Y Mía : Diana.[EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora