Trece.

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Oye Rubio

-Laura.

¿Que pasa?

-Ross.

¿Por que me quedas viendo como si tuviese un moco?

-Ross.

Es que tienes un moco

-Laura.

¿En serio? ¿Donde?

-Ross.

No tonto

-Laura.

¿Entonces por que me miras así? Ya pareces acosadora

-Ross.

¿Con que acosadora he?

-Laura. (Nota no enviada)

Nada, solo que hay algo raro en ti

-Laura.

¿Raro? Todo es lo mismo en mi

-Ross.

No, yo se qué es algo y tengo que averiguarlo

-Laura.

Oye, ¿Que haces? ¿A donde vienes?

-Ross.

La castaña se puso frente a él y lo examinó pasando su mirada de arriba a abajo, el rubio se sintió algo intimidado por la mirada que le daba la chica.

-¿Nuevo perfume? -la castaña lo olfateo y rubio sintió algo de cosquillas y negó.

-No, es el mismo -Susurró tranquilo

Pero la castaña aún seguia muy cerca de su rostro por lo que sintió sus mejillas calentarse, ella entre cerro los ojos y lo miro directamente, el rubio trago en seco. Esa chica tenía algo que lo hacia ponerse nervioso al instante.

-¡Ya sé que es lo que es!.-Gritó de repente la castaña por lo que el rubio se sobresalto y ella río leve.- Ya se que es lo que es

- ¿Que es según tú?.-preguntó el rubio tratando de calmar los latidos de su corazón inhalando y exhalado lentamente.

-¡Tienes un nuevo corte!.-gritó, susurró la chica y sonrío triunfante cuando el castaño le dio la razón.- Sabía que tenías algo nuevo

-Lo descubriste.- sentenció el chico- Tarde pero lo descubriste.

-Callate Lynch. -dijo divertida la chica.- al menos admite que te gusto que estuviera tan cerca.

El rubio analizó la palabras y se sonrojó completamente y dejó de mirarla.

-Ese sonrojo me lo confirma todo.-Laura amplio más su sonrisa.

Al parecer todo lo que a ella más le gustaba era ver ese tono carmesí en las mejillas del rubio.

Oye RubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora