Un libro para Perdedores

Lo que hizo mi padre

Cuando conoces el amor de Dios de manera automática quieres estar bien con él, es tu prioridad, quieres limpiarte, dejar atrás todo lo viejo y todo lo malo que has vivido, deseas perdonar y ser perdonado, es una ducha fresca que te alivia y calma en los días de mucho calor y sofoque, así que declarar tus iniquidades, los de tus ancestros, dejar tus rebeliones atrás es algo que no sientes como imposición, es algo que tú mismo quieres hacer, y a medida que vayas cerrando ciclos ese amor y esa conexión con Dios se hace más fuerte, sientes su armonía y su paz día y noche, te enamoras de su presencia de una manera tan hermosa que quieres dejar todo, sin pensarlo dos veces.

Cuando conocí a Cristo, cuando puse en práctica estas cosas, estaba pasando por el peor momento de mi vida, había tenido intentos suicidas fallidos, me sacaron del hospital por esa razón, estaba sumergida en una depresión y una desorientación abismal, así que no tenía nada que perder, lo había perdido todo, desde mi paz, mi tranquilidad mental, mis bienes materiales, mi familia era un desastre, sabía que haciendo todo lo que era incorrecto no había logrado más que perdida y maldiciones, así que era un cambio radical muy consiente, muy decisivo.

Mi esposo en su momento me dijo que no perdiera el enfoque Y la cordura y que llevara mi búsqueda espiritual sin fanatismo, mi respuesta fue, *a Dios no le gustan las cosas tibias, prefiere que seamos fríos o calientes, pero aborrece a los que le siguen de manera tibia, por decir que creen en Dios o porque están criados con una religión equis, cuando empecé a ayunar me dijo que eso me mataría, que me afectaría la salud y le dije que comiendo solo había logrado sobre peso, así que ayunando ganaría espiritualidad, fe, confianza en Dios y de paso me ayudaría con la ansiedad que querer comer cada tres horas para calmar mi ansiedad, claro, esto él lo dice porque vivía desde lejos con Dios, para él era algo sobrenatural, Dios era ese personaje que escuchaba en libros, en discursos aburridos y las viejitas hablando de Dios de manera automática, tendrás muchas personas que cuestionara tu comportamiento radical, tus nuevos hábitos, te podrán decir aburrida, fanática pero es que el que no conoce a Dios se pierde de un mundo tan hermoso, e ignora la verdad de la fe, mi primer ayuno fue de tres días sin comer y fue sorprendente como la determinación de ayunar, la fe, el deseo de conectar con Dios de la madera que el pidió, me ayudo sobremanera a no tener ni ansiedad, ni hambre y mi cuerpo se libró de una indigestión toxica en solo tres días, cada cosa se debe hacer a su ritmo, pero se debe hacer, si quieres cambiar de verdad no hagas nada a medias con Dios, síguele y búscale, pero búscale en verdad, y aférrate a sus mandatos, límpiate de todo lo que te tiene condenado al sufrimiento y en cuestión de días tu vida será distinta, no te hablo religión, te hablo de Dios, porque Dios no es religión, Dios es real, y la comunicación, el trato con él, su perdón no necesita intermediario, no quiere decir que no asistas a una iglesia, es algo de lo que Jesucristo más recalco en su partida luego de ser resucitado, formar iglesias y hablar de su palabra, pero vivimos en una era donde hay miles de iglesias y miles de cosas que no están contemplada en la biblia, en la palabra de Dios, y si es así, debes de revisarte, primero búscale a él, conoce su palabra, ora diariamente, cantarle diariamente, aléjate de todo lo que te aleja de él, y luego llegara lo demás, llegara la iglesia apropiada donde si este su presencia, llegara lo material, llegara la paz, la pareja, la salud, Dios nos perdonara y andaremos libres, sin ataduras ni preocupación:

Porque seré propicio a sus injusticias y nunca más me acordare de sus pecados y de sus iniquidades, al decir: nuevo pacto ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo envejece, está próximo a desaparecer.

Hebreos 8:12-13