Aprender a amar [NARRY, AU]

EXTRA: Recaer

EXTRA: Recaer [1714 palabras]

Aviso,,, este es un os un poco sad ;-;

Cuando una persona supera un miedo, no lo hace de verdad. Es decir, no completamente, porque hay un trabajo detrás de ello. Y por desgracia, siempre habrá algo que quede de ese miedo que le atormenta, algún recuerdo que se le sea difícil de olvidar o que simplemente se quedó allí, atascado en su cabeza porque no se quiso ir, no se quiso dejar olvidar, no quiso dejar a la persona que siga una vida normal, o lo que cabe de ella. Harry comprueba todo aquello cuando su novio lleva ya casi un año y medio de superación a su miedo, y recae otra vez.

Pero no, no es como si de un momento a otro empiece a tratarlo mal, porque Niall le juró que nunca más lo trataría mal. Es distinto a como era en el pasado, donde se cerraba y no le decía nada; esta vez, expresa lo que siente. 

Y a veces, quiere que Niall no diga lo que piensa o lo que siente, porque al rizado le rompe el corazón.

Tuvo esos momentos de inseguridad, donde Niall no dejaba de decir que tenía miedo porque no le quería dañar, no de nuevo. Eran esos momentos donde algo mínimo le traía recuerdos malos al rubio, y todo quedaba en silencio, pero no de aquellos que son cómodos a los que están acostumbrados; estos son incómodos, sin sentido, donde se puede percibir que su novio está pensando, y no en cosas buenas. 

Pero ahora mismo, esta recaída no es como las anteriores. 

¿Porqué?

Porque hace unos días, había sido el funeral de la tía de Niall. 

Había muerto de tristeza, o algo así había escuchado cuando lo acompañó al cementerio al funeral de la mujer. Supuestamente habían pasado diez años desde la muerte de su esposo, pero ella nunca lo había superado (y Harry no entiende cómo, si el hombre era un desgraciado, y ella también) y no salió de casa, no trabajó, no comió, y en fin; no vivió. No quiso dar más, no estando sola, y finalmente les llegó la noticia que una vecina que la cuidaba para que se alimentara, la había encontrado muerta. Una semana muerta en su casa, y nadie se había enterado.

Aquello trajo recuerdos a Niall. No solo ir al funeral, sino que entrar a la casa, porque sí, después de aquello, su familia visitó la casa para saber si quedaba algo allí, porque tendrían que vender la propiedad. Harry lo acompañó, y vio como el rubio se quedaba pensando en medio de los pasillos, del living, de la cocina. Ni pensar cuando entró a una de las habitaciones; Niall parecía en su propio mundo.

Harry todavía recuerda cuando entraron a una habitación, maloliente, apestosa, sin brillo. Su novio le dijo, en tono calmado, que allí había muerto su tío, tiempo atrás.

El castaño supo que aquello ya no era bueno para Niall, y lo sacó de allí, pero pasó el resto del día sin decir nada. 

Ya llevaban días en la casa de Cat, porque están de vacaciones, y porque su tía se fue de viaje, sola, a Francia por una semana. Harry solo le ofreció que se quedara allí por cuánto tiempo quisiera, porque quería apoyar a su novio, quería cuidar de él, pero siente que ahora se arrepiente.

Siendo las cuatro de la mañana, mirando a su novio al lado suyo, sudado, con lágrimas corriendo por sus mejillas, y teniendo una pesadilla, Harry solo quiere terminar con el sufrimiento del mayor. Ya no quiere que Niall siga despertándose a altas horas de la noche, gritando, exigiendo que no, no le hagan daño.

Y esa misma noche, todo se sale de control.

Niall suelta un último grito antes de despertarse y levantarse de la cama, de golpe. El levantarse de golpe provoca que se maree unos segundos, y caiga al suelo, sosteniéndose del borde de la cama para no caer tan fuerte. Harry no sabe qué hacer, pero intenta ayudarlo, corriendo a su lado, ayudándolo a ponerse de pie.