Aprender a amar [NARRY, AU]

(02)

Ya sé que me demoré, he estado ocupada pues :c Pero aquí estáaaaa <3 También debo avisar que normalmente no me fijo si los capítulos son largos o cortos, solo escribo, y este me quedó un poco cortito ;-; Espero que no les resulte aburrido :'v <3

"Llegué"

La voz de Niall parece saturada por la fuerte música que resuena en su casa, por lo que no duda en caminar al salón de estar, y apagar la radio. La voz de una mujer cantando y luego quebrándose es lo que se escucha luego de oprimir el botón. 

"Ow... ¿Por qué la apagas, hijo? ¿no ves que estoy cantando?"

Su madre aparece con una escoba en la mano, y el rubio la observa con las cejas alzadas. Ella mueve sus ojos de su hijo a la escoba, hasta que luego suelta una risa. 

"Oh. Eso. Me dejaron salir temprano del trabajo y pensé que podría, no sé, darle un aseo a la casa. Lo intenté un poco. Pero creo que le puse cera roja a la cocina, ¿podrías ayudarme a quitarla...?"

Niall suspira, dejando su mochila en el suelo, y luego acercándose a su madre, para luego pasar de largo. Ella lo toma por el gorro de su sudadera, deteniendo su caminata a la cocina, y luego lo abraza y le da un beso en la cabeza. 

"Listillo. ¿Creías que podías huir de mi cariño? No, bebé. Aquí se dice hola, buenos días, buenas tardes y buenas noches, todo acompañado de un beso o un abrazo"

Niall se aleja de Maura con una mueca, sin decir nada como Eso no lo aprendí en Irlanda, y ella gruñe cuando le ve entrar a la cocina. 

Cuando eran pequeños, Niall teniendo cuatro años  y su hermano mayor, Greg, cerca de once o doce, tuvieron que quedarse en Irlanda. Todo parece bien hasta allí, pero como un padre tiene que viajar todos los días a otra ciudad para trabajar, una madre también puede hacerlo, y ese fue el caso de Niall y Greg. 

Estaban en la miseria, debe reconocerlo. No recuerda casi nada de cuando tenía cuatro años, pero lo único que recuerda son cosas fugaces como vivir en una casa en el campo que apenas se podía sostener, y sus padres dejándolos con sus tíos, volviendo todos los fines de semana para que no se perdiera la conexión, ya que, al fin y al cabo, dejar a un niño de cuatro años sin sus padres es complicado, porqué todavía es un niño y tiene que desarrollar sus habilidades y su personalidad. 

Fue así como pasó cinco años más, en la casa de sus tíos. Greg quiso terminar sus estudios en Irlanda, y cuando recién el año pasado había salido de la escuela, sus padres se llevaron a Niall a Londres, ya que, todavía podía hacer amigos y llevarse a un niño de diez, que todavía no definía sus amigos al cien por cien, era mucho más fácil que dejarlo allá por otros ocho años, estando separado mucho más tiempo de sus padres. 

Sin embargo, mientras los años pasaban, sus padres, o por lo menos Maura, se fue dando cuenta de algo. Sus hijos iban cambiando, de a poco, pero cambiando. Al pasar el tiempo, las visitas se hacían menos regulares porque no era gratis viajar de Irlanda a Inglaterra todas las semanas, así que disminuyó a una vez al mes, y ella sabe que quizás fue la peor decisión que su esposo y ella hayan tomado. Greg era esa clase de niño amoroso, que te llenaba de besitos y te decía te amo todos los días. Niall, siendo tan pequeño, reía y cantaba, dándole sonrisas a todos a su alrededor. Y cuando el tío de Niall y Greg, mejor conocido como el hermano de Bobby, murió, y se tuvieron que venir a Londres (porque sí, esa también fue una razón), Maura no supo quiénes eran sus hijos debido a las diferencias que tenían con el pasado y el ahora. 

Eran otras personas. Tanto Greg como Niall, habían cambiado completamente, y ninguno de los dos explicaba qué pasaba con ellos. 

Obviamente, su padre no se dio cuenta de inmediato porque la familia Horan es reconocida por ser nada expresiva y con problemas para demostrar sus emociones, por lo que le pareció normal el cambio de sus hijos. Pero cuando Maura le gritó que ellos no eran los de hace años, se dio cuenta que sí, algo había pasado, y sin importar cuántas veces preguntaran, ellos no decían nada acerca de lo que vivieron allá, de lo que sintieron cuando su tío murió, o de algo relacionado con Irlanda.