Historias Cruzadas

Amigos

Aun sabiendo el daño que me haces sigo aquí

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Después de entregarle el libro ella solo sonríe y se lo entrega a Nathaniel -Dalia yo ya conozco a Nat- ¿Espera qué? ¿Nat? Siempre creí que Nai no tenía amigos aparte de Monse y yo

-Como que ya lo conoces, ¿de dónde? - De verdad que estoy sorprendida

-Somos viejos amigos- Dice sonriente, veo como él está ¿incómodo? Bueno creo que solo soy yo -No me has dicho por que te fuiste y me dejaste sola- Dice recordando el tema

-Por el problema con Monse- Digo sentándome en la banca igual que ella, quedando Nathaniel en medio

-Mmmm, bueno mejor hablamos en otro momento solo quería saber eso, tengo que regresar a mi casa- Se levanta y se acerca a mi- Nos vemos- Me da un beso en la mejilla y un abrazo- Adiós Nat- Solo dice eso y se va

- ¿Y de donde se conocen? - Le pregunto y él se me queda viendo fijamente

-Yo también tengo que irme- Se levanta y se va, ¿Qué le pasa?...

Después de un rato más en el parque observando, me dirijo hacia mi casa, al llegar me encuentro a mi madre, hoy es su día de descanso

-Hola amor, llegaste temprano- Dice al verme entrar

-Esquel tuve un problema con Monse y se enojó- Me dirijo a la cocina y encuentro un pastel en la mesa -¿Y eso? - Preguntó señalando el pastel mientras mi madre entra

-Pues, no sé si recuerdes que cuando eras una niña cada vez que venía de trabajar te traía una rebanada de pastel y nos sentamos a jugar- Saca un cuchillo del cajón y quita la tapa descubriendo un delicioso pastel de chocolate -Solo quería recordar viejo tiempos- Ella y yo éramos muy unidas pero desde que encontró ese empleo de tiempo completo nos distanciamos, desde ese momento deje de depender de ella y empezó a valerme por mí misma

Yo solo sonrío ante su comentario, creí que no volvería hacer esto con ella -Pues vamos- veo como sonríe y eso me alegra aún más.

Después de pasar toda la tarde platicando y jugando con mi madre, llega la hora de dormir, aun es temprano pero mañana tiene que levantarse antes de lo normal así que yo también me fui a costar...