Otra pelea

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Las peleas de los amantes son la renovación del amor

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Pasan los días y las cosas se han complicado demasiado, cada vez me cuesta más trabajo acostumbrarme a vivir entre tanta gente, por suerte ya le quitaron el yeso a Mariam y ahora puedo dormir en mi cama, pero es lo único que ha mejorado, ahora que tengo que ayudar a planear las citas y el festejo que este implica casi no he visto a mi papá y ya no he podido hablar con Nai, en la escuela estoy con las chicas, en las tardes organizando lo de los puestos, y al llegar a casa solo discusiones con mi mamá y con mi tía por no ponerme de acuerdo con Aurora, por suertes los niños si saben comportarse y con ellos no tengo ningún problema. Y bueno, tampoco he tenido tiempo de hablar ni con Nick ni con Leo, bueno, en realidad, no tengo tiempo de hablar con Leo y Nick sigue molesto.

Me quedo observando mi casa por un momento, coloco las manos en el volante y suelto un gran suspiro, de verdad tengo sueño, pero no quiero entrar, se que voy a volver a discutir con mi mamá y lo peor es que va a se por culpa de Aurora, no soporto que toque mis cosas, simplemente no estoy acostumbrada, siempre había estado sola. Tomo mi mochila y salgo de el coche para dirigirme a la casa, entro y subo hacia el cuarto, cuando entro Aurora está acostada en mi cama comiendo mientras ve películas y Mariam está en el suelo jugando con mis muñecas.

-Hola Dalia- Me saluda Mariam cuando me ve

-Hola, veo que te gustaron las muñecas, ¿eh?

-Sí y mucho, gracias- Dice sonriendo, solo asiento y dejo mis cosas en el escritorio, -Aurora- digo intentando llamar su atención

-¿Qué? –Dice con la boca llena de palomitas, tomo uno de los cojines que se encuentran en el suelo y se lo lanzo

-Para empezar se dice mande- Se queja por el golpe y me acerco a apagar la televisión- ¿Y por qué está tan sucio, eh? Estas todo el día aquí y lo único que haces es ensuciar, ¿Es mucho pedir cinco minutos para recoger?

-Dalia, deja de molestar, yo no tengo por que limpiar, es tu cuarto- Se levanta eh intenta prender la televisión de nuevo pero me pongo enfrente

-Sí, es mi cuarto, pero dime ¿Duermo sola aquí? No verdad, tu también, para mi desgracia, vives aquí, así que tienes que ayudar, voy a bajar a cenar y cuando suba, por favor, quiero que esté limpio- Salgo de la habitación y azoto la puerta con todas mis fuerzas, como me choca que sea así, aunque sea que no haya nada tirado, con eso me conformaría, pero no, siempre tiene que estar sucio, por más que yo limpie y lo peor es que nunca hace nada, bajo a la cocina y al entrar veo a Jackson y a Henry

- ¿Qué hacen? -Pregunto con el tono más tranquilo que puedo

-Preparamos de comer- Responde Henry- ¿Quieres?

-Si, por favor- Jackson sonríe y va por un plato- Bien- dice- Aquí tienes, tu plato con cereal.

-Olvidamos decirte que no sabemos cocinar- Dice Henry mientras ambos toman asiento enfrente de mi, sonrío y no puedo evitar soltar una carcajada

-Bueno, algo es algo, gracias- Tomo la cuchara y comenzamos a comer

-Dalia- Habla Jackson- Queremos disculparnos- Henry asiente y ambos me miran apenados, ¿Okey, por qué? –Sabemos que Aurora te ha causado muchos problemas con tu mamá...

-Pero- Continua Henry- Es que ella es así, no podemos cambiarla y créeme que ya lo hemos intentado, por eso queremos pedirte que le tengas paciencia- ¿Más? –Simplemente debe ser una etapa...- ¿Etapa?

-No, a ver, espérenme- Los interrumpo- ¿Una etapa? Ustedes ya están grandes y saben perfectamente que eso no es una etapa, simplemente está mal educada y lo que necesita es una lección, si, tal vez estoy exagerando y no le tengo la paciencia necesaria, pero también ustedes entienda me, yo no estoy costumbrada a convivir con tanta gente, les parecerá raro, pero siempre habíamos sido solo mi madre y yo, y ella casi nunca estaba, esto es demasiado raro y...

-Si- Me interrumpe mi madre, volteo para verla y automáticamente siento una tristeza profunda, se lo que viene, otra discusión, pero esta vez no va a ser por culpa de Aurora, si no mía, por mi culpa –Tienes razón, siempre has estado sola, ¿Pero si sabes porque? Siempre estuve trabajando para que tu tuvieras todo Dalia, ¡¿Por qué tantos reclamos?¡ Dime, ¿Qué fue lo que te falto?

Mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas y siento un nudo en la garganta, me quedo callada mirando hacia todos lados menos a ella, me falto el amor y el cariño de una madre, me falto compañía, ¿Qué no es obvio? Siempre trabajando y si, lo entiendo, era por mi bien, pero, nada le costaba regalarme un momento al día, aunque sea un rato. Primero eran los domingos, pero poco a poco eso también fue desapareciendo, hasta llagar el momento en el que era raro verla en la casa

-Hoy voy a dormir en casa de Nina- Me levanto e intento salir corriendo de ahí, pero me detiene

-No, tu no vas a ir a ningún lado porque no te he dado permiso

-Mira nada más- Seco mis lágrimas y la miro a los ojos, mientras le respondo con ironía- Ahora tengo que pedirle permiso a la señora, déjeme informarle que yo nunca pido permiso, solo aviso, porque nunca tiene tiempo para escucharme cuando quiero hablar con usted- Me doy la vuelta y subo corriendo por mi mochila y mis cosas, salgo corriendo sin dar explicaciones, abro la puerta dispuesta a irme

-Estás loca si crees que te vas a llevar mi auto- Me quedo quieta al escucharla y otras las lágrimas recorren mis mejillas, ¿Su auto?, Bueno, tiene razón, es de ella

-Por supuesto que no- Le aviento las llaves y salgo de ahí, cierro la puerta y comienzo a caminar lo más rápido que puedo, siento el aire frió estamparse en mi rostro y casi no puedo ver de tantas lágrimas, me detengo en la esquina y me siento en la banqueta. ¿Por qué? ¡Por que no puedo decirle nada! Siempre salgo corriendo y no puedo decir lo que pienso, de seguro si le dijera todo lo que siento ya hubiéramos arreglado esto desde hace tiempo, pero no, me tengo que quedar callada, como siempre. Mi respiración está demasiado agitada. Intento limpiar mis lágrimas con las mangas de mi suéter y controlarme, pero es muy difícil.

Me levanto y cierro los ojos, Dalia tranquilízate, no pasa nada, comienzo a respirar profundamente una y otra vez hasta tranquilizarme, abro los ojos y comienzo a caminar, tengo que llegar a casa de Nina y explicarle lo que paso, aunque de seguro me va a regañar y me va a regresar a mi casa, así que prácticamente no puedo ir con ella, me detengo y comienzo a observar la calle, suelto un suspiro, ¿Ahora que se supone que debo hacer?

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2019 ⏰

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