Una semana fue el resultado de todas las noches que en las que prometí en vano que me haría un espacio para mi misma y mis llantos solitarios. Cuando llegara la noche me hundiría en mi miseria personal hasta que el cansancio de sollozar me apaleara y cayera dormida.
Se ve que incluso cuando tengo tengo que ser egoísta rozo el fracaso.
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En la piel.
RandomVeinte años de tinta sobre piel. Diez días sin saber dónde vaciar lo que no llegué a escribir en ella. Si alguna vez se te terminó la piel, entonces vas a entenderlo todo.