CAPITULO 4

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Siento un calor agradable y tres voces que discuten acaloradamente. Noto mi cuerpo relajado sobre una superficie blanda. Pestañeo. Estoy en mi habitación, lo último que recordaba era a Lucas con los colmillos sobresaliéndoles de los labios, a Ethan con el humano, a Elías llegar a mí para colocarme entre sus brazos impidiéndome caer y por último oscuridad. Les miro desconcertada sin saber que había ocurrido después de haberme desmayado. Miro mi mesita de noche y observo la hora en el despertador, las 12:56h. Veo a Elías, sentado en el borde de mi cama y a sus dos amigos apoyados en la cómoda vacía con los brazos cruzados. Elías era el único que iba con los pantalones de pijama puestos y el torso descubierto, los demás iban vestidos aún con la ropa de ayer. Ethan al verme despierta se dirige rápidamente a mi lado, mientras que sus amigos no se mueven de donde están. Este tenía ojeras, no debía de haber dormido mucho pienso, no puedo evitar sentirme culpable. Me incorporo sobre la cama y les miro esperando alguna explicación.

-Tú.- Digo señalando a Lucas, al ver que nadie me explicaba nada de lo que había sucedido.- ¿Eres un vampiro?- Este asiente con la cabeza.

- ¿No estás asustada?- Hago un leve movimiento con la cabeza negativamente.- Te estoy diciendo que soy un vampiro, chupasangre…

- Se lo que es un vampiro.- Ruedo los ojos.

- Los humanos suelen asustarse, salir corriendo, o al menos eso es lo que veo en las películas.- Ethan ríe, mostrando la hilera de dientes blancos y perfectos.

- No es una humana.- Dice Ethan por mí.- Y yo tampoco lo soy.- Posa una mano en uno de sus pectorales. Veo a Elías levantarse y apoyarse en la pared tranquilamente, este no estaba asustado sino al contrario, estaba relajado mirándonos sin saber realmente que decir.

- ¿Entonces que sois?- Pregunta para mi sorpresa, Elías.

- Ángeles Caídos, supongo que sabréis de la existencia de ellos.- Enarco una ceja.

- Claro que sí.- Dice Lucas por encima del ruido del despertador indicando que ya era la 13:00h.

- Bueno parece que estáis llenos de sorpresas, Lucas un vampiro, Ethan y yo ángeles caídos y Elías...-  Este se gira divertido, al escuchar su nombre.- Tu eres un simple humano, pero ¿Cómo sabías que estábamos en esa discoteca?

- Primero, no soy un simple humano y segundo no podía dormir y escuché como tú y Lucas os ibais a escondidas, os seguí para divertirme un poco. Al ver que parabais en una discoteca me di media vuelta para irme, cuando pensé esperarme un rato para ver que hacíais después. A los diez o como mucho, quince minutos empecé a escuchar gritos que provenían del interior, fue cuando os vi a los tres y a Ethan con un tío en los brazos. Al verte, vi que te ibas a desmayar y te agarré antes de que cayeras al suelo. Me podrías dar las gracias.

- Si no eres un simple humano, ¿entonces que eres?- Elías se tensa, he tocado un tema del que creo que no tiene ganas de hablar.

- Es difícil de explicar.- Se muerde una uña mientras piensa una forma de explicármelo.- Soy un Ángel oscuro, por así decirlo.- Confiesa. Abro tanto los ojos que Ethan se alarma a mi izquierda.

- Nunca había escuchado que existieran Ángeles oscuros y llevo viviendo bastante tiempo como para saber todas las criaturas que habitan este planeta.- Le reprocho.

- Pues sí que existen, bueno para concretar solo existo yo.- Dice sin dejar de mover las manos nervioso.

- Pero, es imposible.- Le digo sin aún poder comprender.

- Mi madre era un arcángel y mi padre un demonio, ellos tuvieron una aventura pero al saber los Arcángeles que ella estaba embarazada de un demonio intentaron matarla, ella se fue para vivir en la Tierra. Al tenerme me entregó a una familia que había conocido, me crie con ellos, para mí son como mis verdaderos padres.- Dice tan rápido que me cuesta seguirle.

DARK ANGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora