Al llegar en frente de la puerta, Elías y yo ponemos una cara de asombro al verla en el suelo y rota, alguien había estado allí. Entramos apresuradamente. El salón estaba hecho un desastre, el sofá rasgado con cortes limpios, la mesa de cristal hecha añicos. En el suelo, encima de todos esos cristales que, al romperse la mesa, habían sido esparcidos por el suelo, se encontraba una persona que no conocía y que parecía como si alguien la hubiera lanzado por los aires aterrizando allí. Me acerco y le tomo el pulso.
-Está viva, pero inconsciente. Mira en las otras habitaciones, puede que estén los chicos.- Le digo levantando a la chica del suelo y poniéndola sobre el sofá, esta no tenía cortes muy profundos, sino leves rasguños.
Voy a la cocina y cojo un cazo dispuesta a llenarlo con agua, cuando siento algo afilado rasgándome la camiseta por detrás. Dejo el cazo, corriendo sobre él, el agua que hacía segundos que había encendido.
-Veo que ya has despertado.- Digo con aire divertido en la voz.- Pensaba que tardaría más en sacarte la información, y de tiempo no dispongo.
- Soy yo la que tiene el cuchillo.- Me dice triunfante.
- Creo que no.- Escucho la voz de Elías a mi espalda.- Suelta la espada.- Noto la espada resbalar por mi espalda vacilando.- Ya.- Por el grito alarmado en la voz de la muchacha y el repentino ruido de la espada al chocar contra el suelo, sé que Elías había apretado el chuchillo contra ella. Me giro esperando lo peor, pero la chica aún seguía viva con la espada que antes me amenazaba por clavarme, en las manos de Elías y la punta afilada en la garganta de ella. En el mármol de la cocina estaba posado el cuchillo que Elías había usado para intimidar a la chica.
-¿Los has encontrado?- Pregunto a Elías con la esperanza de que me dijera que todos se encontraban bien, pero este niega con la cabeza.
- En las habitaciones esta todo limpio, parece que no han pasado del salón.
- Vale, ahora me vas a decir porque han secuestrado a mis amigos.- Le digo a la chica que sonreía.
- Creo que es obvio. Si fuerais más listos lo sabríais.- Dice riéndose de nosotros. Elías aprieta más la espada provocándole a la chica una mueca de dolor.- Pero si no lo sabéis os lo diré. Le están buscando a él.- Señala a Elías.- El chico mitad ángel, mitad demonio. ¿Cómo lo llamabais vosotros?- Para unos segundos haciendo ver que piensa, para darle un poco más de dramatismo a la escena.- Ah sí, ángel oscuro. Eres muy valioso lo sabías.- Gira la cabeza observándole.- Y guapo también.- Le giña un ojo.
Al escuchar esas palabras de la chica, la cojo del cuello y la coloco en la pared sin poder moverse.
-Uy, ¿celosa?- Me dice riéndose, como si todo esto fuera solo un juego para entretenerse, o para entretenernos.
- Elías, coge una bolsa y mete en ella todo lo que podamos necesitar.- Este asiente y sale por la puerta corriendo, dirigiéndose al pasillo.- Se el porque te han dejado aquí, ¿tienes algo que decir? Por ejemplo… Donde se encuentran mis amigos o como sabes que Elías es un ángel oscuro.- Le digo aun sabiendo que no me contestará.
- Dile al ángel oscuro que me llame.- Sonríe.
- No creo que llame a una chica que esta muerta.- En sus ojos veo horror y miedo mezclados.
Poso una mano en su nuca y otra en su barbilla y en un rápido movimiento cae sin pulso al suelo de la cocina. Veo como Elías vuelve con la bolsa en una de sus manos y mira a la chica con una mirada de pena.
-Vámonos.- Le digo dirigiéndome a la puerta principal.
- ¿A dónde vamos a ir?
- Primero a la discoteca, puede que allí Ethan guardara algún documento para poder encontrar a más ángeles caídos y que nos ayuden a buscarlo. Lo que sé, es que no podemos quedarnos más tiempo aquí, es lo que ellos quieren, por eso dejaron a la chica, para que cuando llegáramos ella nos entretuviera hasta que llegaran los demás.- Le digo bajando las escaleras a toda prisa.
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DARK ANGEL
FantasyUna nueva raza de ángeles, la cual nadie sabe de ella, surgirá y todos querrán hacerse con su poder o acabar con él.