Me adelanto a él y abro despacio la puerta, veo un cuerpo yacer tumbado boca arriba sobre la cama sin moverse, me tapo la boca al saber que parte de mi teoría era cierta. Corro a la cama, pero antes de llegar a esta un hombre bastante corpulento se tira sobre de mí, mi cuerpo queda debajo de el de él, encima del frio suelo de la habitación.
-Elías corre.- Le digo antes de que la mano del hombre me tape la boca con brutalidad.
Elías no me hace caso y se encamina dentro de la habitación, espada en mano, hacia el hombre que me tiene atrapada. Elías le hace cortes bastante profundos en la espalda, piernas y donde encuentra. El chico me suelta, le arrebata a Elías la espada y la lanza a bastantes metros lejos de ellos. Los ojos del chico muestran odio y rabia cuando nos mira. Corro a ponerme de pie y me coloco al lado de Elías.
-¿Tienes un plan?- Dice Elías asustado.
- No contaba con esto.- Le digo preparándome para acabar con él.
- ¿Y qué hacemos?
- Lo que mejor se me da, improvisar.- Al decir la última palabra, corro hacia el hombre con una rapidez impresionante.
Este me intenta dar un puñetazo pero yo resbalo entre sus piernas y me coloco a su espalda. Al no esperarse ese acto, no sabe como reaccionar y aprovecho ese punto de distracción para darle una patada en el centro de la espalda. Esto le hace darse de bruces contra la pared de delante.
-Elías mira si sigue viva.- Le digo señalando el cuerpo yaciente en la cama.
Elías hace lo que le indico y se coloca al lado de la que creo que es su madre. Voy hacia el extremo de la habitación y cojo con una sola mano la espada que había lanzado por los aires. Me giro y me muevo rápido hacia el chico que ya está corriendo hacia mi posición, lanzo la espada con un giro de muñeca para que al lanzarla hacia delante hiciera un giro de izquierda a derecha y que el hombre acabara sin cabeza, debido al corte de la afilada espada. Al volver la cabeza a Elías veo que no me mira, sino que está concentrado en su madre la cual tiene una grave herida en el torso y en la pierna, una gran mancha escarlata pinta toda la sábana blanca, había perdido mucha sangre, no era muy seguro que sobreviviera, por no decir improbable o imposible. Pongo el dedo índice y corazón encima de su cuello, para saber si está viva, pero no noto ningún latido proveniente de su corazón, había muerto. Me aproximo a ella y la intento reanimar con unos fuertes golpes en su pecho y pasando aire a sus pulmones.
-No hay nada que hacer, está muerta.- Le miro, está hecho un ovillo en un rincón de la habitación.- Esta muerta, por mi culpa.- Me mira sus ojos se encuentran vidriosos, está a punto de llorar.
- No ha sido tu culpa, ellos decidieron meterse en esta vida cuando aceptaron acogerte en su casa, ellos tenían más opciones, pero decidieron lo más sensato en dos padres, tenerte en su casa y cuidarte, yo hubiera hecho lo mismo, en su lugar. Venga hay que irse, si estaba él, deben de haber más rondando por la casa.
- Mi padre, aún no lo hemos encontramos, tiene que estar en alguna habitación.
- Hemos mirado en todas, puede que se lo hayan llevado.
- Puede ser.- Dice levantándose del suelo y saliendo de la habitación. Bajamos por las escaleras.
- Toma Elías, creo que necesitas algo con lo que defenderte.- Le doy la espada.
- Gracias.- Me sonríe.
Ya abajo, vemos un hombre sentado tranquilamente en una butaca de las del salón. A su lado alguien se encuentra de pie con la punta de un cuchillo tocándose la yugular.
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DARK ANGEL
FantasyUna nueva raza de ángeles, la cual nadie sabe de ella, surgirá y todos querrán hacerse con su poder o acabar con él.