♠|| One More Time ||♠ Paperhat

✨| Destinos distorsionados |🎩

La luz de la ventana atravesaba levemente las cortinas. La suavidad de las sábanas tentaba a que no se levantara para nada. Esos cálidos brazos lo envolvían en un tierno manto, sonrió con ternura al contemplar el rostro de la persona en la que hallaba la perfección misma, acarició sus mejillas haciendo que BlackHat lo tomara con más fuerza, sus respiraciones le hacían cosquillas en su cuello.

Decidió que no haría daño si se acurrucaba por unos momentos más, cerró sus ojos de nuevo, su pecho subía y bajaba levemente haciendo que fuera como una pequeña forma de mecerse para dormir. Sus pieles desnudas se habían unido la noche anterior.

<< No hay vuelta atrás >> pensó con una sonrisa.

Flug estaba locamente y ciegamente enamorado.

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Caminaba por ese césped algo seco y esas hojas caídas por el otoño bañando de un color castaño y anaranjado el paisaje a su alrededor. El viento fresco de la mañana ondulaba levemente su bufanda color carmesí.

Sus zapatos blancos pasaban por esas hojas, su sonrisa se hallaba en un dilema de seguir o quebrarse en llanto, el lindo chico de sombrero albino se detuvo en una lápida que se encontraba a lado de un enorme roble lleno de las pocas flores que quedaban del verano anterior.

-- Hola Slug -susurró con un leve sonrisa, se agachó a tocar el mármol que describía al amor de su vida- disculpa si no he venido en unos días, Clemencia y 6.0.6 necesitaban algo de apoyo y eso pues...lleva su tiempo. -rascaba su nuca sin borrar esa adorable sonrisa de su rostro-.

Observó detenidamente la ofrenda de flores que se hallaba postrado a sus pies, algunas ya estaban marchitas, el viento se había llevado algo de sus recuerdos.  

-- Traje tus flores favoritas, sé que me hubieras reclamado por no traerlas antes -sonrió levemente dejando ese ramo de rosas rojas en la lápida-. Clemencia las conservó intactas.

Se quedó en sentado sobre sus piernas, su aliento se diferenciaba en el aire con una nube de vapor. Suspiró y sonrió tragándose sus lágrimas.

-- Me dieron el empleo -dijo con entusiasmo en su mirada- y tenías razón, BlackHat es algo duro, no me imagino un mejor amigo para ti que él. -sonrió un poco más, se imaginaba el puchero que habría hecho por tal comentario, definitivamente no soportaría la idea de que WhiteHat lo comparara con ese tipo-.

Ese horrible vacío era llenado al imaginarse a ese científico loco a su lado, quizás conversaría con él acerca de sus ingeniosos y algo dementes inventos, enfadándose y a la vez siendo cariñoso con él. Sus manos temblaron levemente.

-- ¡WhiteHat! -escuchó detrás de él- ¡Qué tal!

Se levantó del césped y pudo ver a Demencia corriendo hacia él, sacudió su mano en señal de saludo.

-- ¡Hola Demencia! -contestó con el mismo entusiasmo de siempre- ¿Qué te trae aquí?

-- Aquí vengo las mañanas a robar las piñas de ese árbol. -mencionó señalando el enorme árbol detrás suyo- ¿Quieres una? -sacó de una mochila un montonar de piñas-.

No pudo evitar sonreír por esa actitud, asintió y tomó una piña metiéndola en su bolsillo del saco.

-- ¿¡Acaso no usas otra ropa que no sea formal?! -preguntó casi gritando-.

-- ¿Cuenta al momento de usar pijama? -respondió con una tierna sonrisa-.

Demencia hizo una mueca negando con la cabeza.