III

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Era ya medio día. Acompaño a su pequeño Mugman a la escuela y hablo con el director sobre el problema, diciéndole que no volverá a ocurrir de nuevo. Elder Kettle creyó en la palabra del director

Una vez dejo la escuela camino hacia el centro de la primera isla de Inkwell, yendo hacia la tienda del conocido Porkrind. Sabia que ese cerdo tenia de todo, o esperaba que en verdad lo tuviera

-Vaya, miren que tenemos aquí -Hablo el porcino una vez el viejo entro a su tienda- El viejo Elder Kettle

El nombrado tosió varias veces, aspirando el olor de la nicotina que siempre dejaba aquel cerdo con su puro diario del día

-Veo que aun no dejas el vicio -Bromeo un poco, tratando de ya no oler ese feo aroma a tabaco- 

-Tch, a lo que viniste viejo

Y Porkrind, valiéndole poco lo que causaba el olor en el abuelo, prendió otro puro. A Elder le había enojado aquello, pero decidió mejor ir directo al grano para salir pronto de ese lugar

-¿Tienes algo para alejar a los malos espíritus?

Todo se quedo en silencio. Porkrind tenia un rostro incrédulo mientras que Elder lo miraba serio, esperando su respuesta

En lugar de eso, unas carcajadas resonaron en el lugar. Porkrind golpeaba con fuerza la barra, riendo si parar aun con el puro en la boca; Elder esperaba que se tragara aquella cosa y se ahogara con su propio vicio

¿Creían que Elder Kettle era alguien inocente? Piénsenlo de nuevo, por que ahora mismo quería cometer homicidio con aquel cerdo que no dejaba de reir

-¡Es lo mas ridículo que e escuchado! -Exclamo el porcino, agarrándose el estomago por el dolor que comenzaba a emerger por estar riendo a carcajada suelta-

Solo que paro de reír al sentir la fría punta del bastón de Elder Kettle cerca de su nariz. Lo había impresionado, nunca vio cuando fue que alzo su bastón para apuntarle con este

Como si fuera un arma, a punto de ser disparada

Trago saliva pesadamente

-Escucha, Porkrind. No tengo todo el tiempo del mundo, necesito lo que te digo -Demando Elder, aun con su bastón apuntándole al cerdo-

-Vale, entiendo. Aleja tu tercera pierna de mi -Dijo, alejándose un poco de aquella cosa-

Elder obedecio

-Mira, viejo. No tengo lo que necesitas, pero puedo conseguirlo -Hablo sincero, apagando el puro sobre un cenicero de vidrio- Claro, te costara

-Te pagare lo que sea, solo consiguelo 

Porkrind sonrio

-Ven en dos días. Tendré listo tu pedido para entonces

Elder agradeció con un asentimiento de cabeza para después salir a paso lento de aquel lugar lleno de nicotina

Pero pudo escuchar el suspiro de alivio que soltó el porcino una vez él saliera de su tienda

&

Pudo divisar su casa a lo lejos, sonriendo para sus adentros. Lo mas seguro es que su nieto no tardaría en llegar así que apresuro el paso

Una vez estuviera enfrente de la puerta de su casa saco un llavero con algunas llaves en este, tomándose el tiempo de buscar la correcta para su casa. Una vez lo consiguió estaba dispuesto a abrir su casa

Hasta que sintió el viento soplar con fuerza detrás suyo, erizando cada parte de su vieja tetera

E indicándole un mal presentimiento

No puso la llave sobre el cerrojo. Sabia que no hacia falta, con solo haber empujado la puerta esta se abrió, dejando salir un feo rechinido

-¿Mugman? -Pregunto hacia dentro de la casa, esperando que su pequeño en realidad había llegado temprano a casa y dejo por accidente la puerta abierta-

Mas sin embargo, solo el ruido del aire fue quien lo recibió

Con paso cauteloso se adentro al hogar y a pesar que el sol brillaba bonita mente sobre el cielo, su casa estaba completamente a oscuras. Apenas unos pequeños rayos de sol sobresalían de las cortinas en las ventanas

-¡Abuelo!

Ah, puedo respirar aliviado al oír la voz de su pequeño nieto adentro. Con mas seguridad entro a la casa, resonando su viejo bastón en el suelo de madera al igual que sus pasos

-¿Llegaste temprano, hijo? -Sonrió alegre, esperando a que su hijo saliera a recibirlo-

-¡Abuelo!

-Así es, hijo. Ven, dale un abrazo al tu viejo -Rió ligeramente, extendiendo los brazos y esperando el cálido abrazo de su nieto-

Vio el como su Mugman corría a abrazarlo, estrechándolo con delicadeza. Elder acaricio la espalda de su nieto, correspondiendo al abrazo

-¡Abuelo! 

Elder rió de nuevo, ligeramente

-¿Si, hijo?

-¡Abuelo!

Elder dejo de acariciar la espalda de Mugman

-¡Abuelo!

Pronto comenzó a faltarle el aire; su pequeño estaba apretando con fuerza su cuerpo, justo donde estaban sus pulmones, haciéndole difícil el respirar

-¡Abuelo!

Sintió también los dedos del niño encajarse en su espalda de vieja porcelana, escuchando un leve "crack" en él

-Tu... -Apenas y podía pronunciar algo por la falta de aire- Tu no eres... Mugman...

..Abuelo...

Aquel ser que tenia la forma de Mugman comenzó apretarlo con mas fuerza y a enterrar aun mas los dedos en su espalda

Elder Kettle hacia todo lo posible por quitarse aquel ser encima de él, pero sus fuerzas le fallaban a cada segundo. Pronto su vista se fue tornado borrosa y pequeñas manchas comenzaban a aparecer en su campo de visión, sus piernas y brazos comenzaban a fallarle, pero Elder se negaba a caer en la inconsciencia 

No cuando esa cosa se atrevía a aparentar ser su pequeño Mugman

-¿¡Que eres!? -Exclamo con todas las pocas fuerzas que le quedaban, comenzando pronto a asfixiarse-

Pero "eso" no le contesto

Elder Kettle ya no podía resistir mas. Se entrego a la absoluta oscuridad, esperando no morirse de asfixia. No, su pequeño aun lo necesitaba, él solo no podría con esa cosa

Lo ultimo que vio fue una sonrisa, seguido de una nariz pequeña y rojiza, al igual que sus ojos

Cuphead...

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