Imaginario

XI

-¡Señor Elder Kettle! -Gritaron ambas jovencitas corriendo hacia el viejo. Sally traía jalando el carrito donde estaba Cala Maria mientras que esta ultima parecia derramar pequeñas lagrimas-

-¿Como esta Mugman? -Pregunto Cala Maria, quien parecía la mas preocupada y asustada de las dos-

Elder sonrio suavemente, acariciando la cabeza de Cala y posando su mano en el hombro de Sally, en forma de brindarles apoyo a ambas chicas

-Él esta bien. Solo necesita dormir

Ambas jóvenes suspiraron aliviadas. Cala Maria se limpio las lagrimas con sus manos, con su nariz levemente tapada por haber llorado desde que Mugman vomito esa... Esa... No quiere ni recordarlo. De solo hacerlo hace que tenga un miedo atroz al recordar lo que le paso a la jarra frente a sus ojos

-¿Podemos pasar a verlo? -Pregunto Sally-

-Por supuesto -Respondió el mayor, señalando la puerta donde estaba Mugman- Yo estaré acá afuera viendo algunas cosas. ¿Esta bien? 

Las niñas asintieron y no tardaron en pasar al cuarto con rapidez pero en silencio

Elder Kettle se quedo observando la puerta en donde entraron las niñas y que habían cerrado al pasar. Después de unos cuantos segundo fue a la sala de espera, lugar donde estaba casi vació a excepción de algunas 4 o 5 personas. Ese era el momento perfecto

Fue hacia la recepción donde había dejado la caja de metal que encontró a cargo de una señorita. La pidió y fue a sentarse a abrirla y ver por fin su contenido

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-¡Es por aquí! 

Mugman siguió a paso rápido a su nuevo... ¿amigo? La verdad no sabe si considerar al joven tetera como un amigo, pero puesto que lo esta invitando a pasar el frió en su casa tal vez si sean amigos. Al pasar por unos arbustos y siendo levemente jalado por Manneter, pudo ver lo que estuvo sospechando desde que comenzaron a andar

La casa de Manneter era su vieja casa

-¿Vives aquí? -Le pregunto Mugman al niño mayor, apuntando a la casa-

-¡Sip!

-Yo también vivía antes aquí...

-Eso es imposible

Mugman no pudo evitar alzar una ceja, curioso por lo que dijo el joven de morado

-Mis padres construyeron esta casa. Es imposible que tu vivieras antes aquí

Dicho eso, Manneter se encamino hacia la entrada de la casa, mientras Mugman lo miraba incrédulo de lo que acaba de decir. Pensando que solo era una broma, se encamino para estar a un lado de él

-¡Mamá, estoy en casa! -Grito el mayor entrando sin mas a la casa de un portazo- ¡Mamá!

Mugman miro todo el interior de la casa con timidez, parado en la puerta. Y si, era exactamente todo igual a excepción de una que otra cosa cambiada de ahí. A paso lento fue entrando a la casa, sintiendo la calidez que tenia esta. Sonrió levemente y con algo de tristeza; deben de ser una familia bastante unida para que una casa pueda emanar calidez de esa manera

-¡No grites, Manneter! -Respondió una joven tetera al grito del niño, apareciendo desde la cocina-

La mujer era muy hermosa, sus ojos eran igualmente morados y traía puesto un vestido que le quedaba perfecto. Mugman no pudo evitar quedarsele viendo, admirando la belleza de la señora

-¡Pero estoy en casa! -Protesto el niño con un pequeño puchero, a lo que la mujer solo respondió al jalarle un poco la mejilla, a modo de regaño- ¡Auch! ¡Mamá, eso duele!

La tetera mayor tan solo rió un poco

-¡Mama, me avergüenzas! -Dijo el joven de morado, señalando con sus ojos a la joven jarra que veía todo, quien al ser notado se encogió en su propio cuerpo-

La mujer miro al niño quien retrocedía unos pasos. Sonrió enternecida, dejando de molestar a su hijo y yendo a recibir a su invitado

-Hola, pequeño. ¿Como te llamas? -Se agacho levemente a su altura, mirando con dulzura al niño-

-Mugman... -Respondió con timidez, siendo que era la primera vez que se presentaba delante de un adulto sin ayuda de su abuelo. Tenia nervios, era normal en un niño como él-

-Que bonito nombre. Me llamo Marjorie

-Marjorie también es un bonito nombre -Confeso el azulino en un pequeño susurro, jugando con sus dedos-

-Me alegra escuchar eso -Rió la mujer, contagiando un poco a Mugman al mostrar una pequeña sonrisa- Dime, Mugman. ¿Te gusta la sopa de vegetales? 

El pequeño asintió con la cabeza. Marjorie ensancho aun mas su sonrisa

-Manneter, ve a jugar con Mugman a tu cuarto. Yo los llamare cuando tu hermano y tu padre vuelvan -Dijo la mujer, posando una mano en el hombro de Mugman y volviendo a su postura normal, mirando a su hijo-

-¿Por que? ¿A donde fueron?

-A pescar

-¿¡Y porque no me llevaron!?

Con eso comenzó una pequeña disputa entre madre e hijo. Mugman, al ver que ese no era su problema, se alejo levemente de ambos mayores para acercarse a la chimenea y poder sentir el calor que emanaba las llamas del fuego que tenia en esta. Acerco un poco las manos para calentarse un poco, mirando levemente arriba y notando que habían unos cuantos dibujos metidos en marcos de madera. Con la curiosidad que sentía agarro uno y lo miro detalladamente, pensando que esos dibujos los hizo Manneter cuando era mas chico

4 personas habían en el dibujo. Manneter, Marjorie, el señor papá y un cuarto que al verlo se impacto demasiado al ver el parecido que tenían 

¿Ese de ahí era Cuphead?

&

Elder Kettle estuvo revisando el pequeño interior de la caja oxidada, encontrándose con dibujos y cartas con una letra infantil que eran del mismo propietario de la caja. Agarro un dibujo, encontrándose con algo impresionante

En el dibujo estaban 4 personas, pero 3 de ellas estaban tachadas con una X en un intenso rojo carmesí; las personas tachadas eran Marjorie, Juice y el pequeño Manneter

Mientras que el cuarto, Cuphead, simplemente estaba tachado en garabatos negros

Con temor dejo el dibujo boca abajo en la silla al lado suyo. No quería verlo. Le daba un pavor indescriptible de tan solo pensar lo que había visto

Trago saliva pesadamente y se puso a ver los demás dibujos. Agarro uno al azar que no se veía por estar boca abajo. Lo giro, para ver de que era

Ese fue un grave error

En el dibujo estaban Mugman y Cuphead en él, agarrados de la mano y parecía que ambos estaban felices

Lo que mas le aterrorizo fue ver a su Mugman tachado en garabatos negros, al igual que Cuphead