Capitulo 45.

4.4K 187 15
                                    

Louis.

Este dia no podría ser peor, ya que al fin quiero volver a México el mundo estaba en mi contra, primero no pude volver hace dos días atrás porque el clima aquí en New York no estaba muy bueno y cancelaron todos los vuelos, pensé en llamar a Francisco para que viniera en el avión privado de la familia, pero después me di cuenta de que seria lo mismo si tomara un vuelo de aquí, asi que no me quedo de otra que esperar a que el clima se calmara, luego de esperar dos días al fin me regresaría a México, pero el vuelo en que me iria se retraso y tuve que esperar cuatro horas mas, pero luego de todo ese gran drama para poder volver a mi país al fin estoy en casa, lo único que quería era llegar a casa, y dormir, ya eran las tres de la mañana asi que como no quise despertar a Miguel me fui en un taxi, una vez que llegue a la casa, pague y entre mis cosas, sentí pasos en la escalera y al girarme ya tenia a alguien en brasos y me estaba besando, solo reaccione a afirmarla ya que se había tirado desde las escaleras

-Peperdón yo-dijo una vez que se separo de mi, ella había vuelto a subir algunos escalones de lo poco que podía ver entre la oscuridad note que su cara estaba completamente roja- llellegaste-susurro.

-Si me recibirás asi siempre creo que viajare mas seguido- sonreí y ella bajo la mirada claramente avergonzada- que haces levantada a estas horas, crei que estaban todos durmiendo-comente.

-Yo-suspiro- no podía dormir.

- ¿Y si no puedes dormir das paseos nocturnos?

-Nobaje para comer algo, pensé queque si comia o daba alguna vuelta me daría sueño.

-Pues yo muero de hambre, la comida de los aviones no es muy deliciosa que digamos-rei- ven-le estire mi mano y ella la miro y dudosamente la agarro- vamos a la cocina por algo para comer- entrelace nustras manos y note como ella se tensaba, llegamos a la cocina y busque algo en la nevera, saque jugo y lo servi, luego saque unas galletas y las puse frente a ella- tal vez un buena cantidad de azúcar te haga dormir bien-sonrei- ¿Cómo has estado?- pregunte luego de unos largos minutos de silencio donde ambos solo nos dedicábamos a comer y tomar jugo.

-Bien, y tuque tal tu viaje.

-Ñeee-bufe- puras babosadas, resolvi los problemas que deje pendiente.

-Site demoraste mas de lo que dijiste que te demorarias-me sorprendi por su ¿Recriminación?, ¿Acaso me estaba alegando por eso?

-Si, se suponía que iba a resolver unos asuntos de trabajo que dejé pendiente cuando estuve alla, de hecho, los resolvi en dos días, pero decidi quedarme unos días mas porque tenia que resolver unos asuntospersonales y cuando quise volver el clima no me acompaño y no pude viajar hasta hoy-sonrei.

-No debe porque darme explicaciones joven-dijo, aunque no sabría si decir si enojada o avergonzada.

-Entonces no me recrimines mi retraso-sonrei- y ya deja de llamarme joven, aunque acabo de darme cuenta de que solo me llamas asi en dos ocaciones, cuando esta mi madre y cuando estas molesta, ¿Qué hice ahora para que te molestaras?

-Nada-bajo la mirada- creo que es mejor que vayas a dormir Louis, debes estar cansado-solo asentí y me puse de pie, ella me imito y me di cuenta que solo andaba con calcetas.

- ¿Sabes que puedes agarrar un resfrio andando asi? -ella solo miro sus pies y volvió a mirarme- andas descalza.

-No, ando con calcetas-sonrio.

-Que hare contigo, eres un caso perdido- sonreí y me acerque a ella y la cargue como bebe.

-Sueltame Louis bájame ahora- gritaba.

-Shhhhh- le dije muy cerca de sus labios- ¿Quieres despertar a todo el mundo o que? solo te cargare hasta arriba- me fue golpeando el pecho todo el trayecto, una vez que estuvimos frente a la puerta de su cuarto la deja en el piso mientras aun la sujetaba se la cintura y la miraba fijamente, sus ojos, sus mejillas, sus labios, fui acercándome poco a poco a ella y le di un suave beso en la frente- descansa pequeña, se ve que no has dormido bien-le dije acariciando su mejilla y ella solo asintió- descansa mañana debes trabajar.

"El Principe & la Plebeya"- Louis Tomlinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora