Celos

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Rose entro por el retrato de la dama gorda y no tardo en ver a Lily, que estaba de un lado para el otro mientras se mordía las uñas, una costumbre que le había costado mucho dejar. Se miraron a los ojos y Rose pude ver decepción en su rostro, pero Rose solo lamentaba haber sido descubierta, no lamentaba haberse liado con Scorpius. Cosa que analizaría más adelante, ahora tenía que concentrarse en convencer a Lily para que no dijese nada a nadie.

-Lily ¿Podemos hablar? - se acercó donde Lily se encontraba, no quería que nadie escuchase su conversación.

-Claro prima, no sabes qué día he tenido hoy, me he caído en el entrenamiento de quidditch y casi me rompo algo. Con lo que me gusta volar y no poder hacerlo hubiera sido lo peor.

-Lily

-Y para colmo, he suspendido el examen de pociones, mi padre me va a matar. Le prometí que este año me pondría las pilas...

-Lily - Le corto Rose, no quería andarse con rodeos. Rose quería zanjar el tema lo antes posible.

-Pues dime ¿De qué quieres hablar? - Su expresión había cambiado, al igual que su tono, que ahora era de enfado. - De cómo te he visto revolcándote con Malfoy. Al tío Ron le va a dar un infarto cuando se entere.

-Pero tú no se lo vas a contar ¿verdad?

-Ni que estuviese loca.

-Bien, este será nuestro pequeño secreto. Ni mi padre ni nadie pueden enterarse. Y qué decir del resto de la familia, todavía menos.

-¿Cuánto tiempo llevas con mini hurón? - La pregunta de su prima le pillo desprevenida, y ¿Cómo se atrevía a decir que estaba saliendo con Malfoy?

-No estoy saliendo con él, lo que has visto ha sido algo excepcional. - Rose mintió descaradamente a su prima. - No volverá a ocurrir.

-Lo que tú digas. Y la próxima vez que no vuelva a ocurrir, cierra la puerta. No vaya a ser que no os vuelvan a descubrir. - Lily estaba siendo sarcástica, Malfoy tenía fama de ligón y su prima había caído.

-Lily - Rose se sorprendió por la grosería que le había dicho.

-Lo siento, pero ten cuidado Rosie, él es un Malfoy y tu una Weasley. - dijo seria esta vez dándole un abrazo.

Acto seguido se despidieron y Rose se fue a buscar a Scorpius para hacerle saber que el problema se había solucionado. Lo busco por todo el castillo, pero no dio con él. Cansada de ir de un lado a otro sin verle decidió volver a su sala común y mientras iba pudo ver como Scorpius hablaba con alexia, que no paraba de pasarle la mano por su brazo. Por mucho que Scorpius no le estuviese haciendo mucho caso al sobeteo de la chica, ser testigo de aquella escena la puso de mal humor, solo quería ir a donde ellos estaban y abofetear a ambos. Se quedó mirando un poco más tiempo la escena, consiguiendo que su mal humor fuera en aumento antes de volver a la sala común.

A la hora de la cena, mientras hablaba con Alice sobre qué hacer el fin de semana se acordó que había quedado con Tom. No le apetecía mucho, ya que Tom quería ser algo más que amigos y Rose solo lo veía como un amigo. Puede que hubiese hecho mal cuando le devolvió los besos. Durante la cena no pudo evitar mirar a Scorpius cuando Alice no le prestaba atención, no quería que le pillase como lo hizo su prima. Estaba hablando con Nott y Alexis entre otros, aunque en más de una ocasión sus miradas se cruzaron.

A la mañana siguiente Rose se dirigió a la torre del reloj, para ver a Tom y explicarle que le gustaba pasar tiempo con él, pero como amigos. Se lo quería decir nada más verle, pero por vergüenza o cobardía Rose no fue capaz de decírselo. Hablaron de todo un poco y sin que se dieran cuenta acabaron en las tres escobas. Tomaron asiento en una de las pocas mesas que estaban libres y ambos pidieron una cerveza de mantequilla. Rose se lo estaba pasando verdaderamente bien y era poca la gente con la que congeniase como lo hacía con Tom.

Después de un par de cervezas Rose sintió la necesidad de ir al baño, se excusó. Para su sorpresa no había cola para entrar en el servicio de mujeres por lo que pudo entrar. Después de limpiarse las manos se dispuso a salir cuando la puerta se abrió y para su sorpresa era Scorpius quien entraba.

-¿Qué crees que estás haciendo? – Sonaba alterado y su aliento olía un poco a alcohol.

-¿De qué me estás hablando? – Rose se hacía una idea a que se refería, pero prefirió hacerse la ingenua.

-No te hagas la tonta, ¿Qué haces con el cretino de Thomas Brown?

-Tom es un amigo y nada más, además no tengo que darte ningún tipo de explicación. – con las manos se echó el pelo para atrás y abrió la puerta para salir.

-No hemos terminado de hablar. – Increpo el rubio impidiendo que Rose abriese la puerta y volviéndola a cerrar. – Respóndeme a la pregunta ¿Qué hacías con él?

-Tú calla que eres el menos indicado para hablar, a mí al menos no me están sobando. – Scorpius la miro sorprendido, no sabía a qué se estaba refiriendo. –O me dirás que no te acuerdas de cómo te sobaba la asquerosa de Zabini.

-¿Estas celosa? – La cara de Scorpius cambio y surgió en ella una media sonrisa, marca Malfoy.

-Celosa ¿yo?, más quisieras. – Rose no iba a darle esa satisfacción. – Yo no he sido la que ha entrado como una salvaje.

-Siempre queriendo llevar la razón. – Se miraron a los ojos y la tensión que había entre los dos era casi palpable. -¿Acaso es que él te besa mejor que yo?

-Besa mucho mejor. – Scorpius rio, no fue el resultado que Rose pretendía conseguir cuando dijo esa mentira. Acto seguido Scorpius la agarro y le dio un beso lento pero fogoso al cual la pelirroja respondió.

-¿No te han dicho nunca que mientes fatal? – se volvieron a besar mientras que sus manos recorrieron una vez más un cuerpo que empezaban a reconocer con facilidad.

-¿Rose estas bien? – La voz de Tom sonaba al otro lado de la puerta.

Rose Weasley & Scorpius Malfoy ¿destinados a estar juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora