Otra vez no

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-¿Rose estas bien? – La voz de Tom sonaba al otro lado de la puerta.

Rose se paralizo al oír la voz de Tom y dejo de besar a Scorpius de inmediato. Al rubio parecía no importarle nada en absoluto. Le empezó a besar el cuello mientras que con sus manos sobaba su culo.

-¿Qué crees que estás haciendo? Tom esta fuera.

-Lo sé. El hecho que estemos nosotros aquí y él al otro lado me excita. – Atrajo a Rose hacia él para besarla de nuevo y la pelirroja pudo notar la incipiente erección sobre su vientre.

Rose se distancio de Scorpius para poder pensar y salir de esa airosa. -Lo siento Tom, ahora salgo. – Apunto con la varita a Scorpius transformándolo en un pequeño hurón. Acto seguido lo cogió entre sus manos y salió del baño. Pudo ver como se había formado una cola y más de una le miraba con mala cara. – Lo siento de verdad, este hurón se había quedado atrapado en un agujero de la pared y no podía dejarlo solo. – dijo intentado explicar el motivo que la había tenido tanto tiempo en el baño a modo de explicación.

-Me había preocupado por ti. – dijo Tom mientras ambos se dirigían a la mesa. Intento coger al hurón, pero este no se dejó.

Charlaron animadamente durante un buen rato y en todo momento Scorpius no se alejó del regazo de Rose, quien seguía muy pendiente la conversación de estos. Cuando salieron del bar Tom intento llevarla a uno de sus sitios preferidos de hogsmeade, pero Rose se excusó diciendo que tenía que ayudar a hurón.

-Lo siento, pero tengo que llevar este hurón donde Hagrid, él sabrá qué hacer con él. – Rose no podía dejar de mentir, quería devolver a Scorpius a la normalidad y tomar una tila para deshacerse de los nervios.

-Okey, en otra ocasión entonces. – Se acercó para darle un beso de despedida y cuando la iba a besar en los labios Rose giro la cara y Tom acabo dándole un beso en la mejilla.

-Claro – se despidió del muchacho y se dirigió al castillo lo más rápido que pudo con Scorpius entre sus brazos.

Una vez en el castillo se dirigió al séptimo piso, más concretamente a la sala de los menesteres. La sala estaba vacía, no había ni un solo mueble. Rose dejo a Scorpius en el suelo y lo devolvió a la normalidad. Lo primero que hizo fue estirar su cuerpo para luego mirar con asombro la sala donde se encontraba.

-¿Qué es este lugar?

-Es la sala de los menesteres, algunos también la conocen como la sala multipropósitos.

-¿Y qué tiene de especial este lugar?

-Es una sala que atiende las necesidades del usuario de la misma, transformándose y abasteciéndose según sus necesidades menos las cinco excepciones de la . – Dicho esto aparecieron mesas, libros, sofás... dejando a Scorpius asombrado.

-¿Cómo conociste este lugar? –Scorpius creía que conocía

-Por las historias que me contaba mi padre antes de dormir. – Dijo Rose a modo de explicación mientras observaba como la sala iba cambiando. –Aunque las historias eran un poco vagas y tuve que buscar información en la biblioteca.

-Parece un sitio tranquilo

-Lo es, no creo que nadie en Hogwarts sepa la existencia de esta sala a excepción de los profesores y mis primos.

-Una pena que no lo sepas solo tú. – Ladeo la cabeza hacia un lado y en su cara surgió su sonrisa característica mientras se acercaba a Rose.

Scorpius había esperado mucho tiempo a este momento, esta vez Rose no se le iba a escapar. Una vez en frente de ella la levanto y la llevo a la cama que había aparecido. Se desnudaron el uno al otro lentamente explorando los cuerpos como no lo hecho antes, tomándose su tiempo. Rose no pensaba, simplemente se dejaba llevar por la situación. Nunca antes había estado tan excitada, cuando estaba con Scorpius se sentía más viva, no tenía que ser la hija perfecta de Ronald y Hermione Weasley.

Scorpius estaba encima y Rose le rodeaba la cintura con sus largas piernas. Se besaban apasionadamente y en más de una ocasión Rose le mordía el labio inferior a Scorpius, acción que excitaba aún más al rubio.

-Quiero que hagas que me sienta tuya y que me hagas gritar hasta que se me quiebre la voz.

Scorpius no lo dudó ni un segundo y penetro a Rose que hincó sus uñas en la espalda de Scorpius para recibir cada embestida. Ambos gemían de placer. 

Rose Weasley & Scorpius Malfoy ¿destinados a estar juntos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora