Capítulo 2

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11:15 a.m.

Pablo y Lucía fueron donde siempre pasaban el recreo. Aquel banco marrón chocolate situado en ese pasillo cerca del radiador. Aquel banco que eligieron donde nadie pasaba, donde podían hablar de lo que quisieran y estar con el móvil.

-Qué clase más aburrida la de biología- dice Lucía al chico
-Pues sí, Jaime explica fatal- respondió
-En fin...cambiemos de tema- propuso ella
-Vale ¿Qué tema?-pregunto algo distraído
-Pues no se...cuéntame tú- insinúa la chica
-¿El qué?- dice Pablo
-¿¡Cómo que el qué!? ¡No paras de mirar a Alex!- grita
¡Cállate! No chilles, no estoy sordo- responde enfadado el chico
-Perdón, perdón, pero respóndeme- insiste de nuevo
-¿El qué? Que le mire no significa nada-
-Sabe que te gusta Alex- le dice calmada
-Es mono y ya, además no, no me gusta- intenta convencerle
-Pues eso, que eres gay y te gusta- dice convencida Lucía
-¡No! Mentira ¡Calla! Ya sabes que no me gustan las etiquetas- contesta Pablo

11:45 a.m.

El recreo se acabó, pasa historia y física y química. Matemáticas a última hora, la tortura del día. Los sistemas de ecuaciones con dos incógnitas. Menos mal que sabe hacerlos. Se tira toda la clase atendiendo aunque también miraba a Alex. Le parece guapísimo, sobretodo cuando se retiraba ese flequillo con reflejos rubios y le pillaba mirándole. Pero él nunca se fijaría en el friki maricón.

Sonó el timbre, recogió los libros y se fue a casa. Escuchaba Besos en Guerra de Morat. Le gustaba esa canción. Salió con alguna chica, pero le dejaban al mes, por lo que esa canción le recordaba todo lo que pasó con su exnovia. Le recordaba todas las llamadas de verano que se acabaron de un día para otro destrozándole un poco. Nadie quería a ese chico. Nadie sentía nada por él.

Terminan las clases y fue a esperar a Cristina. Ella iba a otra clase. Se iban juntos a casa desde hace unas semanas ya que vivían cerca, pero por las mañanas no le daba tiempo y siempre llegaba justo a clase.

-¿Qué tal con Marta?-pregunto Cris
-Bien, supongo...- respondió el chico
-¿Qué pasa? ¿La distancia?- Insistió ella a pesar de que sabía la respuesta
-No, no es por eso. Ya sabes que con la distancia puedo, de echo, viene en dos semanas- contestó
-Pues que bien ¿No?- dijo ella
-Sí, supongo- respondió él
-¿Ya sabes que puedes contarme todo no?- Dijo Cris tras tragar saliva
-Sí, tranquila, todo está bien- mintió

Alex llegó a casa, comió, subió las escaleras y se fue a su habitación. Llevaba varios días pensando sobre el mismo tema, asique encendió el portátil, se puso los cascos y con la puerta cerrada, buscó en Youtube Cortos Gays. El chico no sabía si le gustaba Pablo. No paraba de mirarlo en todas las clases y quería hablar con él, pero no sabía cómo. Se comía la cabeza noche tras noche. Además solo pensaba en una única pregunta:

¿Pablo sería buen novio para él?

Con tan solo 16 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora