Kookie... I need you! [KOOKV]

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Jungkook miraba intensamente los ojos contrarios. Había tumbado con mucho cuidado al mayor en el suelo del apartamento y, poco a poco, había trepado hasta llegar a su rostro. Sus labios se unieron una vez más. Ya ambos los tenían hinchados por la pasión de los frenéticos besos pero es que... el pálido no tenía el suficiente autocontrol como para que eso no pasase. No después de la respuesta de Taehyung a su susurro.

Él se había acercado a su oreja sólo para susurrar: "la primera fue verte gritar mi nombre cuando llegaste al orgasmo, y la segunda, fue ver como me enterraba en ese culito tan lindo". No podían culpar a Taehyung por haber soltado un gemido de excitación ante esas palabras. ¡Estaba embarazado y...!

- Kookie... Te necesito - dijo apenas en un susurro.

Su menor se estaba encargando de adornar la suave piel de su cuello. Quería que si Sehun volvía a ver a su moreno, supiera que era suyo, de sí, para él únicamente. En la relación suya, no había espacio para el chico alto con cara de poste.

- Yo también te necesito, no sabes cuanto.

Las camisetas volaron rápidamente. El contacto pecho contra pecho era realmente increíble. ¿Se había sentido así la primera vez? Jugkook se alejó y contempló la figura del contrario, parándose en la zona de su vientre.

- Has engorado.

Taehyung había visto a su hermano mayor llorar por las cosas más absurdas durante el embarazo. Recuerda incluso haber visto a Baekhyun saliendo de la habitación, todo excitado y desnudo sólo porque repentinamente se había agobiado por algún pensamiento que había llegado a su mente. Y le había hecho tanta gracia en esos momentos en los que él no era el perjudicado.

Sus ojos se aguaron y buscaron desesperadamente su camiseta. El menor, al ver la reacción trató de frenarlo pero sólo recibía manotazos por parte del otro, tratando de que este le soltase para poder coger su ropa.

¡Lo había llamado "gordo"! ¡Él estaba "gordo" por su culpa! No tenía ningún derecho.

- Hey, bebé. ¿No estás muy susceptible?

Las primeras lágrimas cayeron. Ahora era un gordo susceptible.

- Tae, ¿qué pasa? ¿Por qué lloras? No llores.

- Eres un desconsiderado. Yo no estaría gordo si no fuera por ti, así que ¡discúlpate!

- Wow... Bebé, ¿tanto helado comiste cuando viniste a Japón?

- Sí, idiota. Me comí un helado de siete meses y medio llamado Jeonghan.

Los ojos del mayor se abrieron en demasía al darse cuenta de las palabras que había dicho. Bueno, Jungkook era bastante tonto así que, había alguna esperanza de que su menor no lo hubiese entendido.

- Taehyung... - el tono que había usado. El moreno se maldijo mentalmente, lo había entendido, ahora todo empeoraría. ¿Qué haría si el pálido renegaba a su bebé? - ¿Me estás queriendo decir algo?

- Yo. A. Ti. Te. Mato.

El pálido abrió los ojos ante la sorpresa. La amenaza había activado su sistema de alerta para la supervivencia de su persona así que, levantándose rápidamente, salió corriendo. Tras de él, el muchacho de vientre abultado lo seguía hasta que, debido a un tropiezo, Jungkook cayó sobre el sillón y, cuando trataba de irse, seguir huyendo, el mayor ya se había sentado a horcajadas sobre él.

- Yo te voy a explicar a ti - dijo antes de unir ambas bocas.

Quizás el hecho de haber visto los músculos de Jungkook había excitado más de lo necesario al pobre embarazado.