La piel de un Principito - Vhope

07: Solo hay que pedir a cada uno

lo que cada uno puede dar. 

Tenía 9 años la primera vez que me sentí como aquella noche al lado de Taehyung.

Estaba en mis primeros años de escuela. No conocía a Jimin, a Yoongi ni a Namjoon.  Todavía vivíamos en Gwanju en el hogar de mi abuela, bajo los efectos de la feliz niñez. Un poco antes de que mis padres se convirtiesen en tan insoportablemente ricos, que olvidaran como era ser una familia. Antes de que mi nana se marchase. Antes de las pastillas o de los médicos, antes de que mis padres comenzaran a formar al perfecto adulto que fui años después.

Recuerdo haber estado jugando en los columpios, cuando vi a un niño acercarse a mí. No recuerdo su rostro, pero me dijo hola y recuerdo haber pensado: "qué lindo".

Aquel pensamiento no me pareció para nada extraño, sino que se sentía como algo bueno. Ese niño me había parecido hermoso, igual que el dibujo de Peter Pan que tenía Nana en su cuarto. Asi que esa tarde regresé a mi casa, y muy emocionado se lo conté. Ella sonrió amablemente y escuchó atentamente cada palabra, poniendo cara de asombro cada vez que era necesario.

Cuando mamá llegó del trabajo, intenté hacer lo mismo con ella, pero por supuesto, obtuve resultados muy diferentes. Miró a mi padre con preocupación, él se encogió de hombros como cuando algo no le interesa lo suficiente y ninguno me dijo nada que recuerde. Pero si recuerdo sentir aquella extraña sensación de que algo estaba mal, esa sensación que tienes cuando eres niño y sabes que has hecho enfadar a mamá aunque ella no te lo diga... En definitiva, parecía que no era bueno pensar que los niños eran lindos. Así que nunca más mencioné nada sobre niños bonitos parecidos a Peter Pan.

Supongo que esa fue la primera vez que probé el amargo sentimiento de la represión. Allá fue mi personalidad, junto con mis sueños y mis deseos. Era lo más parecido a un libro en blanco que era escrito por cualquier personaje de la historia, menos por el protagonista.

Por supuesto, no tuve una adolescencia del todo normal, ni viví una juventud apasionada. Siempre fui el chico correcto, el que la única personalidad que conocía era la que aparecía cuando evadía su propia vida y terminaba drogado o borracho en la cama de alguien. Bueno, en la cama de otros chicos... Nunca me entendí bien con las mujeres. No por culpa de ellas, simplemente porque, como habrán descubierto, me sentía mas atraido por los chicos, que por las chicas... Y la única manera de estar con hombres era fingiendo estar muy borracho o drogado, para luego decir que no recordaba nada de lo sucedido o simplemente asegurar a cualquier que me preguntase, que había sido un fatal error. Otras veces simplemente mentía, y le decía a mis amigos que había estado con alguna compañera de clase. No era vergüenza de lo que era, solo quería evitarme muchos líos. Líos como los que tiene Jimin con sus padres. Y yo no necesitaba más asuntos que tratar con los míos...

Así que esa noche, mientras miraba a Taehyung , me pregunté por primera vez en mi vida de qué estaba hecho mi corazón. Porque estaba seguro que estaba enamorándome de un chico que no conocía, del que sabía muy poco, al que nunca había tocado, al que jamás había besado. Sabía que esto no podía ser solo una fuerte atracción, como me había sucedido en otras ocasiones.

¿Cómo alguien podía hacerme sentir tantas cosas sin siquiera tocarme?

¿Cómo alguien que jamás había estado en mi cama, ya estaba dentro de mi corazón?

Todas estas preguntas rondaban por mi mente y por supuesto, acabé convirtiéndome en una avalancha de nervios y ansiedad que se paseaba por toda la residencia intentando evitar el mínimo contacto visual con Taehyung, pensando que tal vez con solo mirarme descubriría todo lo que me sucedía con él.