CAPÍTULO 09 -Reglas

591 34 3
                                    

—¿te gusta lo que ves? —preguntó el Dios

Sabía que la Diosa estaba un poco distraída y que para ella todo esto era algo nuevo. Él sabia que era extraño ver a un ser de otra tribu por la ciudad pues, el único ser de otra tribu que podía aver en esa ciudad era la esposa del rey.

—¿porque soy así? —cuestionó la Diosa mientras se acariciaba su rostro seguido de su cabello plateado.

—hay ciertas reglas en la Tribu de Viento, y creo que para tu comodidad, solo cambié un poco tu apariencia —dijo con nervios

La Diosa no sabía si era verdad o mentira.

—¿a que se refiere con "ciertas reglas" —cuestionó la Diosa.

—existen reglas que están empleadas para proteger a la tribu, y pues, solo estoy  rompiendo algunas —contestó riendo

La Diosa no sabía si creer en las palabras del Dios, parecían no tener sentido. Era extraño para ella ese tipo de cambio de apariencia pues sus cabellos y ojos rojizos se habían desvanecido y ahora eran plateados.

—¿Quieres seguir adelante? —preguntó el Dios mientras mostraba una sonrisa. 
La Diosa asintió y suiguieron el camino a el gran castillo.

(...........)

—¿porque nos encerraron?  —preguntó Lang Shang

—Si sabría la respuesta, le respondería —contestó Ying Kong Shi

—¿como se atreven a encerrarnos? —la Reina de las sirenas se quejaba —¡y usted no hiso nada para impedirlo!, ¿¡porqué!? —gritó

El Dios solo respiro profundamente e ignoró las quejas de la reina de las sirenas.

Un par de guardias se empezaron a acercar a la protección de la cárcel y empezaron a susurrar sobre las apariencias de los Dioses extranjeros

—mira sus cabellos, están blancos y los otros están azules —dijo un soldado

—no sabía que existieran estos seres —dijo otro soldado —me hacen recordar a la antigua reina y su peculiar belleza  —se acercó y miró a la reina de las sirenas

—¡Alejate!  —advirtió el otro soldado —¡el General se acerca! —dijo

Ambos soldados se alejaron y dejaron libre el paso. Segundos después nuevos soldados se acercaron y empezaron a rodear la entrada de la cárcel. Un Dios surgió de entre el montón y parecía más importante que los otros debido a su armadura. Se acercó a escasos centímetros de la protección que mantenía divididos a los pricioneros y a ellos.

—¿quién los manda? —preguntó el Dios a los pricioneros

—¡primero piense en liberarnos! —gritó la Diosa sirena como respuesta. Ying Kong Shi le dirigió una mirada de muerte a Lang Shang y ella solo se mantuvo callada.

—Somos viajeros de las tribus del Hielo y de sirenas, y venimos en busca de paz a otra Tribu —contestó el Dios —disculpen a mi compañera, ella esta muy desesperada y no sabe si confiar en ustedes —agrego

—¿cómo sabemos si esta diciendo la verdad? —dijo el General

—¿porque habría de mentirles? —contestó Ying Kong Shi

—ha pasado muchos años desde que otros dioses de tribus extranjeras se aparecen por aquí, para ser exactos, solo uno hace mil años vino y fue visto por el antiguo General. —el General empezó a caminar de un lado a otro—ese Dios quería matar a nuestro rey y quedarse con el reino, pero la sangre que fue derramada por varios soldados,  el extranjero logró irse. Si el dios no estuviera herido cuando llegó, nunca lo hubiéramos podido detener —dijo

CORAZÓN DE LOTO -Ice Fantasy(Yan/Shi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora