Hormiga atómica o no, a Marc Márquez nadie le dice que se rinda con nada. Y menos por una chica. Pero tendrá que tener mucha paciencia para abrirle los ojos a Almudena e intentar a la vez ayudar a Àlex con su relación que pende de un hilo tras ese t...
Pasaron los días sin que Marta saliera de la habitación para nada más que ir al baño o para coger su plato de comida y volver a la habitación. No quería ir a despedirse de Marc y menos aún de Àlex. Sabía que iba a estar casi 4 semanas sin ver a ninguno de los dos. E iba a echar de menos al tito Marc yendo a ver cómo estaban ella y el pequeño sin nombre. Al final habrá que inventarse uno sobre la marcha cuando nazca.
Almudena sí se despide de Marc y Àlex. En menor medida de Marc puesto que no quiere hablar mucho con él. Cuanto menos se vean menos notará los cambios. Y más tiempo para pensar en algo tendrá. La gira asiática de por medio le viene de miedo. Casi un mes fuera sin él yendo y viniendo a su casa.
Marc casi no se va. No quería dejar sola a Marta en el estado anímico que tiene, y más estando embarazada. Su sobrino es el único que le hace seguir adelante durante estos días. Àlex no levanta cabeza entre la lesión de San Marino y que Marta lo mandaste a la mierda. Y Almudena pasa olímpicamente de él. Marta y ese pequeño son los únicos que le ayudan a seguir y no dejarse rendir. A pensar en algo que no sea dolor.
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Almudena en silencio, en su habitación mira la última foto de Marc. Estaba en el aeropuerto de Barcelona esperando su vuelo a Japón.
Quiere contarle por una parte todo. Qué van a ser padres. Qué le gusta desde el primer momento que lo vio. Qué quiere estar con él hasta el resto de sus días. Pero es Marc, Marc Márquez, 5 veces campeón del mundo. Casi 6.
No puede decirle todo eso. No la creería, y menos después de mentirse hasta a ella misma. Qué no le quiere. Qué le odia. Qué no quiere saber de él. Qué no le importa lo que le pase.
Claro que se preocupa por él. Claro que quiere ser su chica. Decirle que van a ser padres, y que ese niño o niña no sea el único. Qué le ama con toda su alma. Qué no puede más con su vida si él no está a su lado.
Pero algo le dice que eso no está bien. Qué debe ocultarle lo máximo posible que está embarazada y una vez que no haya más manera de ocultarlo mentirle y decirle que no es suyo. Qué él no es el único en su vida. Que esa tarde en Londres solo fue un error. Uno que no volverá a ocurrir.
Marc, en el avión solo piensa en Almudena, en lo distante que está esas últimas semanas. Y lo distante que estará cuando vuelvan dentro de casi un mes. 3 semanas son muchas. Demasiadas para estar separado de ella. Algo le dice que no debería dejarla sola.
Los días tras la partida a Japón de los chicos fueron eternos. Y en casa solo Almudena vio las carreras de madrugada de ambos hermanos. Sabía que Marta no quería verlas. Ver a Àlex encima de la moto le recuerda ese fin de semana en Aragón con su hermana jodiendo todo como siempre.
Tanto un hermano como el otro le contaron lo que había pasado allí realmente. Pero Marta no quiso escuchar a Marc, ni a Almudena. Y todavía menos a Àlex. Necesita tiempo. Y la gira asiática se lo dará. Eso y hablar con su salvador de móviles.
Àlex consigue ganar la carrera de Japón aún con lesión todavía no curada del todo. Y Marc... Marc junto a Dovi dan el mayor espectáculo de sus vidas. Un duelo que recordaba mucho a Austria pero todavía más peligroso puesto que la pista estaba empapada de agua esta vez. Marc no se mata por un milagro de la naturaleza, quedando 2°. Espectaculo y manera de no dormirse mejor imposible. Pero los nervios que ha pasado viendo las carreras sola no se los quita nadie.
Vuelve a la cama llorando. Verle encima de la moto no le ayuda a olvidarle. Es imposible.
Dos minutos después Marta se le mete en la cama a su lado.
-La de Australia la vemos juntas. No deberías ver eso sola. Es malo para mi sobrino. -Él no tiene culpa de los sustos de muerte que da su padre.
Y mientras dice eso se lleva la mano al vientre. Todavía no se nota nada. Pero saber que un pequeño de Marc crece dentro de ella la hace feliz. Al menos a veces. Otras le deprime porque no sabe que va a hacer con Marc.
Las dos duermen hasta casi la hora del almuerzo y tras comer Almudena no sabe más de Marta que se ha encerrado en la habitación a hablar con el mismo de siempre.
Cuando sale por la noche de la habitación Almudena decide incordiarla un poco.
-¿Qué tal con el italianito? -¿Y tú con Marc? ¿Sabe ya que va a ser padre? -No, no lo sabe. Y yo no tengo nada con él, solo hablamos. -¿Lo sabe él? -Claro que lo sabe. Marta, necesitas tiempo para aclarar lo que ha pasado, lo sé. Pero creo que es hora de que oigas a Àlex. Y de que dejes de ilusionar al otro. No juegues a algo peor que tu hermana. -Vete a la mierda Almudena. Yo no me meto en tu vida y en porque no quieres que Marc sepa que va a tener un hijo.
Se va, dejado sola a Almudena, la misma que se echa a llorar. No quiere estar mal con Marta. Solo quería ayudarla. Pero está tan ciega como ella que no ve que Marc quiere estar con ella y ella siempre le manda a la mierda.
Van a ser las tres semanas más largas de la historia para ella. Sin contar con que sigue teniendo que ir a clase. Y cada mañana tiene miedo de que le ocurra algo de camino a clase. Ella sola en el coche todos los días. Ida y vuelta a casa. Sin Marc, sin Marta. Sin nadie.
Hola gente guapa, esto tenía pensado que fuera un pequeño maratón por el cumple de Marc pero se ha quedado en un solo capitulo. Lo siento por no subir durante tantas semanas pero he estado ocupada y no he podido subir antes.
