la princesa de curél (ladrones de almas)

Capitulo 1: pueblo hueco.

Dentro de una casa vieja y algo desaliñada, se encontraba una joven peli roja de aproximadamente 18 años de edad sentada cerca de una mesa cuadrada de madera en donde se encontraba una carta y un cuaderno de cuero.

La carta decía:

Nadie puede ver a través de la verdad, somos frágiles y lo acepto, pero a la hora de demostrar si somos seres conscientes lo somos?

Solo sé que una parte de mi murió hace mucho, tal vez fue porque quería creer que había más que solo vivir.

Para mí que nací en donde la muerte siempre está presente es normal el querer apreciar la vida.

Pero la verdad está clara no somos normales y tal vez nunca lo seamos, debido a que nuestro miedo más cercano esta en nuestro corazón.

Por eso te quiero decir: ¨yo estoy vivo¨

Firma: 7

Unas lágrimas humedecieron la carta, lagrimas que provenían de la joven la cual solo miraba con felicidad el trozo de papel que se encontraba en sus manos y con duda agarro el cuaderno y lo abrió.

***

(Diario de 7)

E de decir que durante el tiempo que he vivido he recibido muchos nombres, aun así no he perdido mi identidad.

Siendo sincero al principio no sabia de donde provenía debido a que perdí mis recuerdos, a los 5 años de edad fui encontrado por una mujer y un hombre, la mujer se llamaba Katia isood edad 32 años, ella era hermosa su cabello era negro con dos mechas purpura, su piel era blanca como la nieve y sus ojos eran de un color rojizo. El hombre que la acompañaba era su esposo, quien se llamaba karú berliw edad 35 años, este tenía un cuerpo robusto y siempre mantenía en su rostro una sonrisa no importara lo que pasara, él era moreno de pelo castaño claro, con ojos oscuros y una cicatriz de corte en su nariz. Ellos me llevaron a su hogar en donde conocí a su hija llamada mech berliw isood edad 10 años, una joven de pelo negro corto a la altura del hombro, ella era amable conmigo y siempre me vio como a su hermano menor y por eso nunca se apartaba de mi lado y me protegía.

A mis 8 años de edad fue cuando me di cuenta de que nada dura para siempre, como desearía borrar el recuerdo de aquel día, cuando volvía a casa con mi hermana del mercado, la casa se encontraba en llamas, mi hermana sin habla soltó la bolsa que llevaba en su mano y corrió hacia la entrada yo la detuve con miedo aferrándome a su brazo pero ella se soltó de mi agarre y entro en aquellas llamas que consumían la casa, con el miedo aun apoderado de mi cuerpo trate de seguirla pero todo fue en vano, cuando trate de entrar la casa exploto y la onda explosiva me estampo contra el suelo, para cuando desperté ya no tenía nada, para que entiendan lo sucedido les hablare un poco de surun.

Surum es un pueblo pequeño no reconocido, puesto que se creó de puros renegados y desterrados a los cuales se le acusaba de asesinos y ladrones, muchos llaman a surun pueblo hueco, gracioso no?, su apodo es porque todo el que entra en él se hunde, además que al no ser un pueblo reconocido por su reino este posee poca seguridad y se le denomina como zona roja (zona peligrosa) en donde la ley no es respetada por sus habitantes.

Si tuviera que describir a surun, lo describiría como un pueblo en el que solo hay muertes constantes, esta puede ocasionarse por redadas de bandas o distribución de mercancía (personas, armas, drogas. etc).

Surun se encuentra ubicado en una colina rodeada de arboles gigantescos al norte de la ciudad de mesgbo, este tiene forma de barrio debido a que al estar en una colina las casas se ven apilada una sobre otra. El pueblo a simple vista parece tranquilo, pero mientras la gente vive su día a día ignorante en la calle principal de este pueblo como si nada pasara, en aquellos callejones olvidados que nadie visita estallan las redadas, ya sea por territorio, mercancía o extorción.

Existen 3 mafias en surun.

Los Ghitan: estos controlan la poca ley que posee surun y se encargan de manipular a las personas, es decir, prefieren que otras hagan su trabajo sucio.

Los Burn: estos son locos pirómanos obsesionados con el fuego que quieren resolver todo a punta de explosiones.

Los Grogui: estos son especialmente peligrosos, la verdad es que mucha gente les teme, porque son asesinos de sombra, a estos no les gustan las armas de fuego y prefieren hacerlo todo con sus propias manos.

Después de quedarme sin nada a los 8 años desperté en un hospital, sin ninguna explicación de lo que había sucedido o noticia de lo que le paso a mi familia. Solo sé que un hombre vestido con una gabardina negra algo polvorienta y unos guantes negro vino a buscarme a la habitación diciendo que era mi familiar, para cuando Salí de allí aquel hombre me golpeo y encadeno vendiéndome como esclavo a un burdel llamado las petiburn, en el que era constantemente abusado con trabajo y golpeado la mayoría del tiempo hasta quedar inconsciente.

No fue hasta que cumpli los 10 años que me uní a los Ghitan, todo ocurrió cuando le estaba haciendo un recado a madan garet la dueña del burdel, se me había hecho tarde por estar viendo a las familias caminar felices por la calle principal y por eso tuve que tomar un atajo hacia el burdel por los callejones para poder llegar a tiempo, casualmente cuando me encontraba corriendo descalzo por los callejones escuche varios disparos y quejidos de hombres que gritaban con sufrimiento, no sabía que pasaba así que me oculte mientras me tapaba los oídos esperando a que no me encontraran, lentamente me fui asomando para observar lo que sucedía. Divise a dos tipos de espalda frente a mi estos lanzaban botellas incendiarias una tras otra mientras se escondían tras unos contenedores de basura, estos estaban siendo atacado por un solo hombre el cual se ocultaba detrás de una pared en frente de ellos, podía ver como habían tres cadáveres en el suelo justo en el fuego cruzado, estos se quemaban y mientras todo sucedía yo miraba fijamente el fuego recordando el incendio que había ocurrido 2 años atrás llevándose todo lo que quería, me sujete la cabeza con histeria dejando que los recuerdos me invadiera mientras la adrenalina me consumía, de pronto el hombre escondido en la pared salió corriendo hacia delante mientras disparaba a los sujetos de los contenedores, estos salían para atacar también, todo sucedió muy rápido el hombre del arma le disparo a uno de ellos en la botella incendiaria haciendo que este explotara en llamas y se retorciera en el piso, pero para cuando le iba a disparar al segundo objetivo este se quedo sin munición dejando caer su arma al suelo y esperando su muerte, fue cuando me percate que me encontraba en la espalda del otro sujeto con un pedazo de vidrio de botella en mi mano con el cual atravesaba la espalda del hombre que aun sostenía la botella de fuego en su mano, no sé que me sucedió quizás fue el odio o la adrenalina la que me impulso a tal acto, el hombre se voltio como si la herida que acabase de recibir no le hiciera nada y sin pensarlo 2 veces me golpeo justo en el rostro haciéndome caer justo al lado del cadáver que fue su compañero, este me miro con odio y alzo la botella que aun llevaba consigo para lanzármela, sin más cerré mis ojos con miedo mientras temblaba esperando que el dolor se fuera.

- estas bien?! oye responde estas bien?! - escuche.

Para cuando abrí mis ojos delante de mi había un joven de aproximadamente 16 años, el cual llevaba ropa formal con una elegante corbata, este tenía pelo largo con una cinta que lo ataba en una cola y tenia ojos color café, sus orejas estaban adornadas con unos aretes que llevaba la inscripción (GH).

- estoy bien? - dije observando que aun mis manos temblaban mientras soltaba unas lagrimas.

- cómo te llamas? - pregunto el joven.

- siete - respondí.

- Mmm? - Me miro curioso - yo soy Theo - dijo con una sonrisa - oye te gustaría unirte a los Ghitan? - dijo Theo ayudándome a parar del suelo.

-no sé que son los Ghitan - dije de manera despreocupada mientras aceptaba su ayuda.

Theo comenzó a reír mientras alborotaba mi cabello con su mano y decía - creo que nos vamos a llevar bien - luego soltándome y sacando una caja de cigarrillos dijo - sígueme, te lo explicare todo por el camino - mientras él me daba la espalda y caminaba, yo por unos segundos me quede pensativo, hasta que él se dio la vuelta y me dijo - viene? - desde ese entonces lo seguí sin saber qué cosas me esperaban.