la princesa de curél (ladrones de almas)

Capitulo 8: Nekarius y sus fieles.

Dos días había pasado desde lo sucedido de la princesa y esta se encontraba estable mientras dormía acurrucada en el regazo de su madre en su cama.

La princesa comenzaba a abrir sus ojos mientras su madre la observaba y acariciaba su cabello.

-mami, me he quedado dormida- dijo levantando su cabeza para sentarse y fregarse los ojos.

-no te preocupes mi niña sigue durmiendo- dijo su madre tocando su frente con sus labios – tu temperatura ha vuelto a la normalidad-

-mami, no te preocupes solo fue un desmayo soy tan fuerte como mi padre- dijo la princesa poniéndose de pie mientras daba vueltas en la habitación y se estiraba.

-mi pequeña aun creo que deberías de descansar- dijo la reina poniéndose de pies para abrazar a la princesa la cual respondió el abrazo con afecto.

-lo sé mami, pero hoy es el baile y no puedo hacer esperar al príncipe quien se ha hospedado y ha sido tan paciente, debo prepararme para el baile- dijo con una sonrisa.

Mientras la princesa se preparaba para el baile que daría comienzo en el atardecer para celebrar su cumpleaños.

Garué se encontraba caminado por un largo y oscuro pasillo de paredes húmedas y grisáceas en donde se encontraban antorchar en los costados de las paredes las cual iluminaba el camino de dicho lugar.

Garue no se encontraba solo a él lo acompaña aquel joven misterioso con la armadura en su brazo y aquella espada ondulante.

Mientras estos llegaban al final de aquel pasillo se encontraron con una escalera antigua de piedra de forma espiral la cual los llevaba hacia debajo de una especie de túnel que seguía hasta un centro en donde se encontraban distintos pasadizos que se separaban en tres caminos estos decidieron seguir a la izquierda y para cuando estos llegaron al lugar habían otros esperándolos eran 6 personas en total la que los esperaban en una polvorienta mesa, el lugar estaba iluminado por estelas de luz que venían de un techo de piedra agrietado con ranuras que dejaban pasar la luz del exterior iluminado el lugar el cual estaba en ruinas y cubierto por raíces.

-vaya leonir porque te tomo tanto llegar- dijo un rubio de cabello corto con una especie de inscripción debajo de su ojo izquierdo que lo hacía parecer un tatto este estaba vestido de manera elegante con una camisa blanca acompañada de un saco azul y un pantalón de vestir azul.

-jullius no es su culpa- respondió garué excusando a su acompañante – tenía que darle el informe al rey de lo sucedido en surun- dijo fijándose en la serenidad de su compañero.

-hablas del informe falso- dijo un joven encapuchado que bestia de negro y no dejaba ver su rostro, su voz era grueza y serena.

-de que hablas nero- dijo garué sin comprender lo que sucedia.

-como lo has escuchado, mi informe llevara la atención del rey a surun donde un extraño poder a despertado pero las runas han reaccionado a un poder aun mayor que se encuentra en el castillo y mientras nos acercábamos a ese poder estas emitieron un mayor brillo al acercarnos ante su presencia- dijo leonir observando a nero.

-la princesa es nuestro verdadero objetivo- dijo una presencia detrás de garué.

Para cuando garué reacciono y se dio la vuelta un hombre de cabello rojizo igual a él se encontraba sonriendo siniestramente este vestía igual a un caballero de la realeza con una armadura ligera en su pecho y brazaletes que cubrían su brazos y en sus piernas llevaba ciertas piezas de metal que lo cubrían dándole un aspecto robustico, en su oreja llevaba un arete de cadena que tenia por símbolo una espada y en su mejilla llevaba un corte la cual era una cicatriz muy notable.

Garué saco la espada que llevaba en su cintura y con una estocada hizo desaparecer a aquel ser que se encontraba detrás de él en sombras para luego aparecer en frente de todos.

-que pasa hermanito? No te da gusto verme- dijo el joven.

-que haces aquí weral- dijo garuè empuñando con fuerza su espada.

-vengo a matar a la princesa, no te lo tomes a mal hermnito pero ella es el demonio blanco- dijo este empezando a reir de manera desagradable.

-tu...

- no mataras a nadie hasta que yo lo diga- dijo un joven de lentes con cabellera azul larga y hermosa presencia este usaba una túnica blanca con dorado por encima de lo que parecía una especie de yucata samurái –el rey a comenzado su búsqueda en surun y no podemos descartar aquel poder magnifico por lo que he decidido enviar a xegher y a zaikho para que investiguen ya que nuestras runas reaccionaron cuando aquella luz apareció, pero estas se intensificaron ante la presencia de la princesa y desde entonces cuando uno de nuestros creyentes se acerca a ella estas brillan pero hasta no estar seguro de que ella sea el demonio blanco solo la observaremos- dijo el joven observando a todos.

- es cierto no sabemos qué relación tenga con el demonio blanco- dijo leonir poniendo una mano en el hombro de garué al reaccionar al toque de leonir dejo de apretar su espada con fuerza y decidió guardarla.

-yo pienso que es mejor matarla por si acaso, después de todo solo es una niña mimada- dijo weral tocando su cabello con las uñas largas que poseía.

- sabemos que nuestra magia depende de la muerte de ese demonio pero no queremos matar a gente inocente por lo que yo tomare la decisión cuando sea el momento- dijo nueva mente aquel ser hermosa presencia – ahora retírense –

-si mi señor nekarius- respondieron todos mientras se arrodillaban ante este ser de presencia hermosa quien desapareció como un farol de luz.

xegher y zaikho fueron los siguientes en dejar el lugar seguidos de jullius y nero dejando weral, leonir y garuè.

-Chao hermanito tengo que observar a mi próxima presa- dijo weral caminando a espalda de los dos mientras se despedía con su mano al aire.

-no sé porque son tan diferentes- dijo leonir.

-el no siempre fue así, todo cambio cuando mataron a nuestro padres algo se rompió en el- dijo caminando de vuelta al pasillo.

-oye como murieron?- pregunto leonir viéndolo desde atrás.

-los mataron por ser creyentes de la magia- al escuchar su respuesta leonir apretó su mano con fuerza y desvió la vista hacia el suelo.

-lo siento- dijo leonir.

-por que te disculpas?- pregunto garué sin voltear.

-solo no hagas nada estúpido- dijo esta vez leonir pasando al lado de garuè y siguiendo adelante hasta perderse en la oscuridad de los pasillos.

-ella es importante para mí y por eso la salvare- dijo garué para si mismo.