Between Memories, Between Suffering

Encuentro

[A veh, toda aquella personita que ha dicho en el capítulo anterior "las fotos no existían en esa época :v" relax que ya lo sé xD Fue un fallo técnico y ya lo modifiqué así que aleh pa'lante 😂 *huyeh*]

De repente me encontré en lo que parecía ser una habitación totalmente a oscuras. ¿Se fundió la bombilla? Aunque lo que más me confundía era que ni estaba el sofá, ni ninguno de los muebles que vi antes ni llevaba el móvil encima así que... ¿Qué había pasado? Ya había dado unas cuantas vueltas a tientas por la "habitación" y no encontré nada. Esta oscuridad total comenzaba a ponerme nervioso. ¿Y si no lograba salir de allí?

- ¿H-hola? ¿Hay alguien?

Obtuve como respuesta el silencio que llevaba todo este rato invadiendo la sala. Como siguiera así pensaba ponerme a gritar como un loco hasta que alguien me encontrase. Pero justo en ese momento en el que empezaba a desesperarme, una puerta blanca apareció a lo lejos que me dejó algo deslumbrado al destacar demasiado sobre la oscuridad. La miré por unos segundos, luego a mi alrededor y después volví a mirar hacia el frente. ¿De dónde había salido? A ver, lo agradecía, pero eso de que apareciera por arte de magia no me daba buena espina. Aún así no había otra cosa por el momento así que fui hacia ella con paso seguro y cuando estuve lo suficientemente cerca de la puerta pude leer un pequeño letrero encima de esta.

- ¿43?

Me quedé unos segundos más mirando ese número y me encogí de hombros sin darle más importancia. Total, solo era un número. En cuanto la abrí la claridad del exterior me dejó ciego por unos segundos, otra vez. Cuando recuperé la vista me encontraba en mitad de una llanura y la puerta había desaparecido.

- ¡¿E-eh?! ¿D-dónde se supone que estoy?

Me puse a dar vueltas alrededor de mí mismo observando todo el valle y no parecía haber ni un rastro de humanidad. ¿Pero adónde había ido a parar? Comencé a andar hacia una dirección cualquiera ya que quedarse parado no iba a solucionar nada. A lo lejos vi un bosque, o eso parecía, y decidí no ir hacia allí. Sería perderse a lo tonto. Pero cuando llevé cerca de quince minutos andando hacia la nada el ir a la zona llena de árboles no me pareció tan mala idea. Fui para allá con algo de curiosidad al imaginarme lo que podía encontrar y me adentré en el bosque. Ahora que lo pensaba, nunca había estado en uno. Era enorme, y espeso, y muy verde, y... me había perdido. Ya no sabía por dónde había venido para salir de allí.

- ¡Pero si ni he andado 5 minutos!

Le di una patada a uno de los árboles y una especie de bellota o algo así me cayó en la cabeza.

- ¡Gh! Maldita sea...

Seguí caminando mirando a mi alrededor por si veía a alguien a lo lejos y dio resultado. Me pareció ver una capa o algo por el estilo, por lo que caminé más rápido yendo hacia esa zona.

- ¡Oiga! ¡Disculpe!

Cuando llegué me encontré con un grupo pequeño de gente, unos 5 ó 6 hombres vestidos con ropas romanas y hablando entre sí. ¿Había una fiesta de disfraces cerca? Me quedé mirándolos unos segundos confuso y parecía que ellos no me notaban.

- Eh... ¿Hola? ¿Podríais decirme dónde estoy?

Esperé a que me respondieran pero ninguno hizo el esfuerzo. ¡Ni siquiera me estaban mirando! Me puse delante de uno de ellos y lo miré algo más enfadado.

- ¡Os estoy hablando a vosotros!

En aquel momento me di cuenta de que tenía que ser un fantasma o algo porque era como si no existiera para ellos. O me estaban ignorando muy bien. De repente se pusieron todos muy firmes y se quedaron en silencio. Un hombre, al parecer el jefe de ellos por sus ropas y el respeto que le tenían, llegó seguido de otros dos soldados más armados. ¿De qué me sonaba esa cara?