Room n.72

Capítulo final: El juicio

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"Su..."

JongIn sintió una punzada en el estómago.

"Señoría, esto es..."

Aguda, exagerada.

Y no sabía qué decir, estaba completamente sorprendido.

"Esto..."

Hasta hace unos pocos segundos atrás, había dicho que no importaría un comino que se supiera todo sobre él y JunMyeon en ese preciso momento. ¿Qué importa eso? había dicho.

"¡Objeción!"

Sin embargo, ahora...

"¡SU SEÑORÍA, MALDITA SEA!"

JunMyeon se había levantado y había ladrado como de costumbre, entró en pánico, con esa extraña pero comprensible punzada en su barriga como JongIn.

"¡Está es otra acusación personal! ¡No tiene que ver con el caso!"

"¡Abogado Kim JunMyeon, modere sus términos! ¡¿Quizás olvidó dónde está?!"

Y, una vez más, sus ojos se encontraron.

¡Tengo miedo!, parecía que decían, ¡ayúdame!, parecían continuar. JongIn apretó los puños y habló repentinamente al abogado defensor.

"¡Dame eso, déjame ver esto!"

Le gritó y arrancó la foto de la mano. La miró y analizó.

Esos eran sólo ellos, no había duda.

Él y JunMyeon, aunque no podía recordar exactamente qué día era.

"..."

Pero esos eran sólo sus rostros, sus labios, sus manos, miró a su pareja apretando los labios, una gota de sudor corría lentamente por su sien.

Lentamente, mientras los segundos fríos se hacinaban dentro de la sala.

¿Qué podrían saber esas personas? Tragó duro; arrugó con todas sus fuerzas esa maldita fotografía en sus manos, conteniendo la respiración.

Nada, ¡no podían entender nada! luego continuó bajando los brazos hacia sus caderas y soltó um suspiró, terminó por bajar la cabeza.

"Estos somos nosotros".

Suspiró.

JunMyeon lo miró, trató de entenderlo. Los ojos del jurado y de los asistentes estaban sobre él como una camisa pesada, empezaba a calentarse. Sí, se preocupaba demasiado de su propia posición, había estudiado mucho, durante años, había sudado y sacrificado tanto, y probablemente nunca habría trabajado en una empresa tan importante.

¿Pero a quién le importa ahora?, pensó JunMyeon al mirar a su pareja.

"JongIn..."

Luego apretó los puños.

Es hora de terminarlo, pensó.

"Paremos, por favor".

Estaba cansado, muy cansado.

JongIn había arriesgado su vida, KyungSoo estaba en peligro de perder la confianza de su padre, y seguía sintiendo esa culpa, aparentemente, sin motivo para todos.

Para sí mismo.

"Ya no tiene sentido continuar... ¿no crees?"

Y, probablemente, ya llevaban demasiado tiempo con esa ridícula comedia. JongIn se volvió hacia él, se sorprendió por su comportamiento, tan brutal y a la vez varonil, valiente, admirable.