Millie Bobby Brown. » POV'S.
Estaba tranquilamente sentada enfrente de mí monitor, haciendo los papeles que me había dicho mi jefe, bastante estresada, necesitaba salir y tomar una bocanada de aire de inmediato, en ese lugar había mucho olor a libros viejos, papeles, y más a café, ya saben, la máquina de café está dentro de mi oficina, es difícil trabajar así, ya que están entrando a tu oficina todo el tiempo. Pronto iba a pedir que la quitaran de ahí, puedo hacerlo, ya que soy la de más alto nivel, pronto, si pongo más esfuerzo y dedicación a mi trabajo obtendré el puesto para jefa.
Cuando llega la noche comienzo a ponerme mi abrigo de lana, mi gorro y mi bufanda. Apagué la computadora y solté un suspiro agotador, la verdad, para ser sincera así era todo lo días, entraba a las 10:00 de la mañana salía a las 10:30 de la noche, pero... ¿Qué locura no? Con ésto me doy de comer, pago la luz, el gas, el agua y demás cosas de la casa, oh, y obviamente no tienen que faltar las prendas de Gucci, Calvin Clain, Tommy, Giorgio Armani, etcétera, etcétera. Cómo amo esa ropa, santo Dios.
Salgo del edificio, empezando a buscar un taxi, ¡Que bien Millie, no tienes auto pero sí ropa de marca! jAjAJa.
Sigo buscando, pero no aparece nadie, suelto un pesado suspiro y comienzo a caminar con rapidez hacia mi casa, tengo miedo de que algo vaya a pasarme aquí, en esta ciudad siempre anochece muy temprano y los ladrones salen a montones, les juro que era la única en la calle, no veía a nadie.
Fruncí el ceño al ver corriendo a alguien hasta mi, me metió a un callejón, yo quería gritar, pero tapó mi boca, ahí es cuando abrí mis ojos, contemplando a la belleza del mundo, un chico, bastante joven, con ojos verdes, nariz respingona, labios sumamente carnosos, y buen físico. De repente veo como una banda de chicos pasando de largo el callejón, sin percatarse de nosotros mientras corrían. Parece que lo buscaban a él, el que estaba apoyándome contra la pared tapándome la boca y con su rostro muy cerca del mío. No dudé ni un segundo más, acerqué mi mano sumamente fría a la del chico, la cual estaba tapando mi boca y la aparté, hablándole. — ¿V-Vas a robarme? — Pregunté mientras mis ojos brillaban y unas cuantas mariposas rodaban en mi interior al sentir sus ojos verdes posándose en mí una vez de terminar de preguntar. Él solo sonrió ladeado, a la vez soltaba una risa. — No, solo voy a follarte, cariño. — Dijo con una voz ronca y sarcástica, me estremecí al segundo cuando su voz acariciaba mis oídos, pero fui fuerte. — Es broma.. — Acercó su mano a mí y acarició mi mentón, bajando a mi cuello peligrosamente. — Gracias por no gritar y delatarme. — Volvió a sonreír. — La próxima no te salvas, hermosa. — Se separó lentamente y caminó con rapidez hacia el otro lado del callejón, segundos después lo perdí de vista, me había quedado sin aliento. Mordí mis labios mientras cerraba lentamente mis ojos, recordando aquel rostro. Me quedé estampada en la pared, mirando por donde el más alto se había ido con rapidez, no puedo creerlo, esa mirada, Dios mío, ¿Quién era él?...