Parte I:
Los oscuros sucesos que tuvieron lugar años atrás en Puerto Norte, los cuales marcaron a los jóvenes que lo vivieron, quienes cambiaron su forma de ver el mundo. Todo lo que les arrebató, fue solo el principio de una gran guerra que está muy largo de finalizar, muchos de los que podían detenerla, ya no están entre nosotros y merecen ser recordados por siempre, viviendo en nuestras memorias...
─Vamos chicos arriba, Nadezhna ya se fue, hay que llegar al restaurante antes que termine la hora del desayuno, hoy será un día largo ─dijo Daneisha mientras terminaba de peinarse frente a un gran espejo, que estaba en medio de las dos camas de la habitación del hotel, donde habían estado ya un par de días.
El espacio era amplio, había dos camas grandes, en medio de ellas había una cómoda de madera, frente a esta, había un mueble que servía de ropero, dentro de este, estaba una caja fuerte pequeña, donde guardaron las dos armas nueve milímetros. Al fondo del cuarto estaban unas ventanas corredizas de vidrio y unas cortinas amarillo claro, las cuales evitaban que el exceso de luz atravesara el espacio.
─Ay por favor nena diez minutos más ─dijo Alexia envuelta entre las cobijas por el aire acondicionado, el cual estaba empotrado en la pared que compartía con la entrada principal.
K (Cachorro) acostado y muy cansado tomó la almohada que estaba junto a él y sin pensarlo se la lanzó a Daneisha─ son vacaciones, solo cállate ya luego nos levantáremos ─expuso y se volvió a esconder entre las cobijas en la otra cama.
Daneisha tiró la almohada en la cama que compartía con Alexia, tomó su celular de la cómoda y dejó el cepillo para cabello ahí mismo─ enano malcriado. Como quieran ya todos están desayunando solo faltamos nosotros ─terminó mientras salía de la habitación.
La mañana era prometedora y si el plan continuaba según lo proyectado en un par de días todos volverían a sus casas sanos y salvos con la información necesaria para acabar con Suspect Corporation, la amistad que unía a estos jóvenes-adultos era única, hasta el momento que la semilla de la discordia fue plantada en uno de estos, uno nacido desde las profundidades de la oscuridad, y ya lo reclamaba de vuelta.
Daneisha entró al restaurante del hotel, un espacio alto, en el techo había un dibujo del atardecer, el suelo era de cerámica blanca, las mesas eran de color verde y estaban esparcidas por doquier, cada una tenía como centro de mesa figuras hechas de comida, creadas por los empleados; el lugar estaba casi desierto.
Daneisha vio a dos de sus amigos, revisó de nuevo la hora en su celular y luego se dirigió dónde aguardaban Gabriel y Blidd.
─ ¿Dónde están Alexia y Cachorro? ─se apresuró a preguntar Gabriel apenas la notó.
─Ni un buenos días... controle esos estúpidos celos, están aún dormidos ─respondió Daneisha frunciendo el ceño.
─Mmm ¿durmiendo tan tarde? ─siguió Gabriel.
─Oh Dios ─renegó la chica.
─Tranquilo Gabriel, ni yo que soy el hermano me preocupo, déjalos vivir, son los más jóvenes de nosotros, todavía tienen mucho que experimentar hombre, tómate un respiro ─interfirió Blidd.
Gabriel sin ganas de discutir cambio el tema─ mejor vamos con el resto, ya están sentados en la mesa ─dijo antes de que esa conversación tomara otro rumbo.
─Como digas ─respondió Daneisha.
En la mesa aguardaba el resto del grupo, la hermosa Windney Banks engalanando un vestido estilo playero, Hilary con sus shorts de mezclilla y camiseta de tirantes, Hurguen con su gorra verde, sin camisa y con una pantaloneta, Rex con una camiseta azul apretada y una pantaloneta negra, Frick con sus pectorales al aire libre y una pantaloneta, Alexander con gafas para el sol y su camisa roja que hacia juego con la pantaloneta de colores degradados y la hermosa Nadezhna con su esbelto cuerpo vistiendo unos chavitos y una camiseta blanca pegada al cuerpo.
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Últimos Días de Luz
Science FictionMi nombre es Daniel pero muchos me conocen como Dan; para iniciar, ¿Qué pasaría si una noche te das cuenta que todo lo que has hecho fue planeado?, que solo fuiste un peón en un tablero de gigantes, donde todos tus movimientos fueron ágilmente calcu...