Buscandote

Capitulo 4. Sangre

Los personajes le pertenecen a la grandiosa Rumiko Takahashi

Decidí cambiar la forma de redactar la historia, espero les guste

- indica dialogo

"indica pensamiento"

"habla bestia interna"

Nota en esta versión Sesshomaru tiene sus dos brazos

Seshomaru

"qué diablos pasa conmigo, porque no puedo dejar de pensar en esa estúpida humana" El yokai estaba tan irritado por no dejar de pensar en la insignificante humana, lo pero era que el aroma de la sacerdotisa se había impregnado en la estola de Lord restregándole en sus sentidos la exquisita esencia que esta desprendía de su cuerpo.

"Volvamos" "¿para qué diablos quieres volver?" el yokai se irritaba más ante la impertinencia de su bestia interna

"Quiero divertirme, ya no falta mucho para la temporada y no estaría mal cambiar de platillo para variar" la bestia se regocijaba al pensar en todas las posibilidades de disfrutar entre sus garras a tan exquisita hembra, el destrozar cada parte de su cuerpo y que temblara de gozo por su causa le causaba una excitación incomparable.

"¿Entonces cambiamos de menú?"

"hmn" la bestia interna se extasió con la respuesta del Lord y decidió apartarse de la mente de este para planear como disfrutar mejor de tan magnifico platillo

El Daiyokai regresaba hacia el lugar donde había dejado a la miko, mientras caminaba se sentía tan generoso pues lo que haría con esa sacerdotisa era un honor para cualquier hembra yokai y para una humana tan insignificante era un regalo de los dioses, el compartir una noche con él era un deleite que no cualquiera era capaz de presumir y ella había sido elegida por su bestia y el con lo cual podría jactarse del honor de pasar una noche, tal vez más, en su alcoba.

El viento soplaba fuertemente en la dirección en que se dirigía por lo cual no era capaz de captar el aroma de la miko, cuando llego al lugar siguió el leve aroma que se extendía por toda la orilla del rio, cuando de repente el viento cambio de dirección chocando en su rostro el intenso aroma de la sacerdotisa mezclado con la de un yokai desconocido

Sin pensarlo corrió en la dirección en que se localizaban ambos seres. Cada centímetro que avanzaba los aromas se volvía más intenso hasta que detectó también el fuerte olor de sangre, se congeló y miles de escenarios vinieron a su mente y en cada uno de ellos la miko se encontraba muerta, destrozada o en un charco de sangre pues era tan ensordecedor el olor que solo indicaba que se había derramado una gran cantidad de este líquido.

El pensar que un yokai había tocado a la miko enardeció su sangre y de manera inconsciente Yako tomo el control de su cuerpo, el Lord ya solo era capaz de ver lo que sucedía través una ventana mental, observando lo mismo que los ojos de Yako. Esté no perdió ningún segundo, exigiéndole a su cuerpo velocidad para llegar al lugar del origen de todo.

El aroma efectivamente provenía del cuerpo de la miko que sangraba entre las garras del yokai, el ogro se encontraba disfrutaba de la carne de una pierna de la miko y al percatarse de la presencia del Daiyokai el ogro soltó el cuerpo de la miko para adoptar una posición de ataque pues estaba dispuesto a proteger la presa que había capturado, el cadáver sin vida callo rebotando ligeramente en el suelo y distanciándose solo un poco de los pies del ogro.

Yako al ver el maltrecho cuerpo no dejo que el ogro pronunciara ninguna palabra pues al instante destrozo al yokai con sus garras cegado por la furia que le provocaba ver el cuerpo de la sacerdotisa en tan precario estado, el cuerpo del ogro cayo en el manantial salpicando a su alrededor.