Capitulo 6. Furia

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Los personajes le pertenecen a la grandiosa Rumiko Takahashi


- indica dialogo

"indica pensamiento"

"habla bestia interna"




Sesshomaru

Despertó mientras en el cielo se observaban los rayos dorados del sol bañando las pocas nubes que cruzaban el firmamento distorsionando su color a tonalidades rojas y anaranjadas, era difícil saber si iniciaba el día o estaba por terminar pero esto poco le importaba al Daiyokai.

Al inspeccionar su alrededor observo que la miko aún se encontraba recostada en el suelo con la única protección de la estola.

El Daiyokai retiro la estola con la finalidad de comprobar el estado de la miko, ya fuera viva o muerta, al retirarla observo que la herida en el abdomen ya no se encontraba solo quedaba una mancha rojiza en la piel de la miko, en su pecho igualmente se observaba entre ambos senos un pequeño círculo de igual color, mientras que en la pierna se observaba aún más roja la área que en las anteriores heridas pero esta presentaba una ligera deformidad la cual solo con la debida inspección seria perceptible.

El movimiento lento y rítmico de los pulmones señalaba que la sacerdotisa ya no estaba en peligro con lo cual el Daiyokai se relajó y comenzó a percatarse de otros aspectos que no había considerado cuando vio a la joven, su cuerpo desnudo mostraba todos los atributos de una mujer madura, sus piernas eran tonificadas por las arduas caminatas, sus caderas eran prominentes de tal manera que no se explicaba el Daiyokai como no lo había notado antes, sus senos no eran grandes pero tampoco pequeños de tal manera que se ajustaban al delicado torso de la miko mientras que sus brazos daban señales de haber sido sometidos a trabajos extenuantes que los habían dejado ligeramente musculosos.

La mente del Daiyokai quedo en blanco mientras que sus instintos se adueñaron de su cuerpo, se arrodillo junto a la miko y comenzó a acariciar su cuello para bajar poco a poco y adueñarse de uno de sus senos, este era suave y cálido, con la otra mano la levantó para lograr tener acceso a su cuello y dejar una ligera marca en él, aspiro fuertemente el aroma tan embriagador que desprendía su cabello, sin embargo también capto un delicioso aroma a melocotón proveniente de su aliento, aun dejándose llevar por sus instintos saboreo los labios rosados y carnosos de la miko, enloqueciendo al Daiyokai pues el sabor era mucho mejor del que fuera probado en su vida, quería profundizar el recorrido para conocer por completo su boca, su piel, su sexo, hacerla completamente suya


"si hagámosla nuestra, aprovechemos la ocasión"


El pensamiento lo detuvo de manera abrupta

- No, aun no-

"¿porque no?"

" Porque la convertiré en mi concubina"

"QUE ESTAS LOCO, QUIERES CONSERVAR A ESTA BASURA, ACASO ERES IGUAL A TU PADRE"

"jejeje ser como mi padre eso es absurdo, recuerda que ella ya dejo de ser humana aun cuando su cuerpo parece normal por sus venas corre sangre de yokai, mi sangre, o acaso no percibes que su aroma ya no es igual. Además ya que decidí que la convertiré en MI CONCUBINA no es necesario apresurarme, quiero disfrutar este cuerpo apropiadamente, la quiero hacer gritar mi nombre, que tiemble ante mi presencia, que suplique por una caricia, su cuerpo y mente solo pensaran en mi" ante estos pensamientos el Daiyokai se relamía los labios

Sesshomaru se quitó el haori y se lo coloco a la miko para después cargarla y emprender el camino hacia el castillo, poco después de emprender el recorrido la miko despertó pidiéndole a este que la bajara. La miko le exigía saber lo que había pasado pero mientras discutían el haori fue cayendo por los hombros de la sacerdotisa dejando al descubierto la pequeña marca que había dejado Seshomaru en el cuello causándole cierta distracción pues su entrepierna poco a poco comenzaba a doler además de que su mente lo fulminaba con imágenes de la miko recostada en el suelo lista para ser tomada de mil maneras diferentes, el solo pensar que podría dejar más que una sola marca en cada parte de su cuerpo como señal de que le pertenecía lo enloquecía en gran medida

"Vamos, necesita que la dominemos, que sepa quién manda"

"Aun no es el momento"

Con esto tomo la decisión de conseguir ropa y un animal para que llevara a la miko pues no creía ser capaz de tenerla tan cerca y garantizar su llegada ilesa al castillo

Ya en la cabaña de Shinrin después de escoger la ropa para la miko y que Shinrin le mostrara un lugar para que esta se cambiara, Sesshomaru decidió ir a escoger a la bestia que ocuparía, Shinrin lo llevo a través del pasillo contrario al que había dejado a la miko por el cual se extendía un corral subterráneo, había diversas bestias sin embargo ninguna era lo suficientemente buena para el propósito que le tenía destinado, sin embargo en las últimos cubículos vio a un lobo de tres cabezas, este se veía grande y feroz casi indomable. 


- Quiero a esté- Dijo Seshomaru señalando a la bestia que ante la presencia de los dos yokais se alejó lo más posible de ellos y comenzó a gruñir mostrando una gran fila de colmillos además de que su pelaje gris claro se erizaba sobre toda la columna vertebral del mismo.

- Perdóneme Señor Sesshomaru pero esa bestia aún no ha sido domada y tiene muy mal carácter, porque no quiere mejor este grifo es fuerte y tiene mucho poder además de que es muy dócil-

"Una bestia dócil, eso es lo que cree que el gran Lord del Oeste necesita, ¿animales fáciles de manejar?" El Daiyokai se enfureció ante la ofensa imperceptible que había hecho el yokai, de su garra derecha desplego su látigo cayendo a los pies de Seshomaru antes de ordenarle al yokai


- TE ESTOY DICIENDO QUE QUIERO A ESTE-

- perdóneme señor enseguida alisto lo necesario para que se lo lleve- El yokai rápidamente se fue temiendo que el Daiyokai perdiera más la paciencia y lo descuartizara en cualquier momento

"Ninguna bestia se ha negado a hacer lo que diga, con un par de latigazos aprenderá quien es el amo y lo adiestrare a mi antojo"

Mientras analizaba a la bestia frente a él una ligera ventisca lo golpeo trayendo consigo el aroma de la sangre de la miko, la sangre del Daiyokai comenzó a hervir de coraje y a perder la razón de sus acciones, Yako inmediatamente se adueñó con la única finalidad de matar a quien se había atrevido a dañar su propiedad.


Espero les aya gustado este capitulo, necesito ayuda para nombrar al lobo de tres cabezas, necesito 3 nombres con cual identificar a cada una de las cabezas, es lo único que me tiene atorada para terminar el siguiente capitulo. Espero su apoyo y gracias por leer mi historia

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