Capítulo 11. Noche

1.1K 97 15
                                    


Los personajes le pertenecen a la grandiosa Rumiko Takahashi

- indica dialogo-
"indica pensamiento"
*habla bestia interna*

Kagome

Kagome estaba parada en medio de un inmenso campo, sobre su cabeza se observaba el cielo despejado, sentía una suave brisa la cual balanceaba el pasto de un lado a otro, al girar observa una puerta de cristal, camino hacia ella y la abrió con gran facilidad, tras esta puerta observó el mismo paisaje bañado únicamente por la luz de la luna.

-Hola Kagome- Una hermosa yokai apareció frente a Kagome, sus cabellos plateados desprendían destellos al reflejar la luz de la luna, bajo sus ojos se mostraban unas marcas carmesí que opacaban el color dorado de sus ojos además de una marca con la forma de un sol coronaba su frente, la intensidad de su mirada solo era un aditivo para mostrar lo peligrosa que era

-Que haces aquí-

-jajajaja aún no lo adivinas-

-Este lugar es mi interior- indico más para sí misma

-Bravoo querida al parecer si tienes un poco de inteligencia en esa cabecita- Con el dedo índice dio un pequeño golpe a la cabeza de Kagome

-¿pero cómo?-

-Sinceramente ni yo lo sé pero que importa eso, ahora que estoy aquí no pienso irme, así que tú te vas a quedar aquí mientras yo salgo a juego-

-No sé qué estés pensando pero no te voy a permitir dañara a nadie-

-Jajajaja y como lo vas a evitar, matándome, recuerda soy tu y si yo muero tu también-

-Pero hay otras formas de evitarlo-



Seshomaru



Seshomaru sujeto a la miko que acababa de perder el conocimiento en sus brazos, la cargo y comenzó a llevar a su cuarto ya que el de la miko estaba completamente destruido
Una de las sirvientas se acercó alarmada para ofrecerle ayuda y engarbarse de la miko

-mi lord permítame- pidió extendiendo los brazos para coger a la sacerdotisa-

-YO ME ENCARGO, TRAE AL MEDICO- 

-Enseguida- la sirvienta salió corriendo

Durante el trayecto a la habitación Seshomaru continuo evitando a más sirvientes que deseaban ayudar a transportar a la sacerdotisa pero este se negaba de manera tan violenta que muchos de los que veían al Lord juraban que serían asesinados muy pronto.

Al llegar a su habitación recostó a la miko en la amplia cama, se quedó observándola unos minutos sin saber en qué pensar de lo sucedido

Toc toc toc toc

-Adelante- tras la puerta se encontraba el temeroso medico con varias sirvientas que llevaban una gran cantidad de objetos, hierbas y demás accesorios necesarios para curar.

Los recién llegados realizaron una gran reverencia y después el medico se acercó al lord que no despegaba su vista de Kagome

-mi señor en que puedo servirle-

-Encárgate de ella- solo esas palabras fueron necesarias para que el medico iniciara su labor, entendía a la perfección a su amo y sabía que tenía que ser rápido, no tardo ni diez minutos en revisar a la sacerdotisa y verificar que esta no tenía más que ciertas lesiones de poca importancia como raspones, ligeras cortadas y uno que otro moretón pero nada que lograra explicar la falta de conciencia de sacerdotisa.

El medico seguía enfocado en su misión mientras Seshomaru examinaba el rostro tranquila de la miko hasta que de momentos comenzó a cambiar su cabello, varios mechones negros se tornan blancos y con ello inicio la inquietud de la miko, gemía mientras gotas de sudor comenzaban a salir de su frente, el medico se acercó colocando una mano sobre la frente sudorosa para comprobar la temperatura de la miko pero fue lazado con gran fuerza por una descargar de poder de youki como de reiki, esta fue tan grande y violenta que dañó a los sirvientes y al doctor que se encontraban en la habitación con grandes quemaduras en su piel

*Ya despertó y están luchando* comenta Yako

-hmn, SALGAN TODOS Y QUE NADIE ENTRE SI NO QUIERE MORIR-

Mientras el rostro de Kagome sigue mostrando sufrimiento, gotas de sudor comenzaban a mojar las prendas y el lecho en el que se encontraba mientras su cabello seguía cambiando de blanco al negro y viceversa además de que las oleadas de poder continuaban

-Pero mi señor quien se encargara de atenderla-

-yo lo hare- Desconcierto y duda se observaba en los rostros de los sirvientes
Seshomaru se dirigió al doctor –Encárguese de que traigan todo lo necesario para que la atienda-

-Enseguida- salió corriendo el doctor

-Llamen a Hitoshi y traigan mis espadas-

Los sirvientes corrían de un lado a otro llevando los suministros que el Daiyokai solicitaba mientras que llegaba el general Hitoshi

-mi Lord- se presentó Hitoshi haciendo una reverencia y le entrego las espadas, Seshomaru las ajusto a su cintura con el cinto que sostenía las fundas de cada una de ellas

-Quiero que despejes esta área, no quiero a nadie cerca, toma a los diez soldados más resistentes que tenga la guardia y situarlos alrededor del cuarto, contendré los poderes de la sacerdotisa pero si llegara a ocurrir algo necesito que este preparados para enfrentarla- 

-Como ordene mi lord- Hitoshi se retiró para cumplir con su encomienda mientras el Lord entra nuevamente para encontrarse con la sacerdotisa envuelta en reiki y youki.

Las energías que envolvían a la sacerdotisa amenazaban con destruir todo a su paso, de su cuerpo se extendían látigos que azotaban con fuerza a su alrededor, los muebles, las paredes y la cama eran sometidos a una lluvia de reiki y youki, Seshomaru con espadas contenía la mayoría de las explosiones de poder, hasta que estos cesaron dándole tiempo al yokai a pensar 

"Porque se despertó tan abruptamente su bestia debería haber tardado una luna en aparecer y mucho más tiempo para tener la capacidad de tomar el control"

Analizaba los hechos buscando cualquier detonante para aquellos acontecimientos
*Tu sangre lo detono* le digo Yako

"El beso de sangre" pensó a la vez Seshomaru

"Tendremos que esperar a que despierte para arreglar esto"

*¿Pero quien será la que despierte?* Cuestionaba Yako

"Solo depende de la miko"

Todo lo que resto de la noche Seshomaru se dedicó a impedir que las oleadas de poder amenazaran con destruir su castillo con sus habitantes, ya casi al amanecer una oleada mayor de Reiki lo tomo desprevenido con lo cual casi lo daña seriamente, al girar a ver a la sacerdotisa esta mostraba un rostro apacible.

El cabello de la miko estaba tornándose completamente a un color negro pero más intenso al que tenía originalmente, sus parpados se movían levemente indicando el próximo despertar.
Seshomaru la veía con inquietud, preparándose para atacar de ser necesario
La miko se levantó muy lentamente, sentándose en la orilla de los restos de la cama, giro su rostro hacia Seshomaru mostrado unos ojos de un color dorado los cuales al parpadear cambiaron a un intenso negro

Al ver la posición de ataque la sacerdotisa sonrió -No te preocupes soy yo Kagome-



ESPERO LES GUSTE AUNQUE ES UN POCO CORTO, SE ME A DIFICULTADO MUCHO EL ESTAR ESCRIBIENDO LA HISTORIA, BUENO MEJOR DICHO EDITARLA YA QUE TENGO VARIOS CAPITULOS PERO NO LOS TENGO LISTO ME FALTA PULIRLOS COMO CORREGIR ERRORES, REDUNDANCIAS, DAR DETALLES, ETCETERA. ESPERO NO TARDARME MUCHO PARA SUBIR EL SIGUIENTE. 

BuscandoteWhere stories live. Discover now