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América

Mama nos vino a despertar a eso de las 9:30 de la mañana. Un domingo. En vacaciones.

-Chicas -dijo moviendo la cama suave- Están mostrando a el grupito en la televisión.

Camila despertó así de repente y salió disparada a ver de que se trataba.

-Mamá que es lo que te ocurre, es domingo.

-Tu te comprometiste a salir con Camila hija, así que arriba, el desayuno ya va a estar listo.

Me puse mis pantuflas y baje a tomar desayuno. Camila estaba pegada en la televisión viendo como CNCO estaba en un programa matutino, yo pase por al lado de ella y entre a la cocina.

-¿Qué quieres desayunar? Preparé hot cakes.

-Claro, ¿Queda jugo de naranja?

-Busca en el refri Mer, creo que hay que preparar.

-Buenos días-apareció Camila muy sonriente.

-Hola cariño.

-¿Y tú porqué tan feliz? -le pregunté.

-¿Y tú porqué no? -respondió.

-Son las 10 de la mañana, no dormí mis horas suficientes, ¿Qué quieres de desayuno? Hay hot cakes.

-Mis favoritos, con leche Mer.

-Claro, ven a servirte -le dije.

-Soy tu invitada

- No me vengas con esa, hace tiempo eres como una más en casa.

-¿A qué hora se irán? -pregunto mamá.

-Después de almuerzo.

-Claro que no America, para ese entonces estará llenisimo. Vámonos luego y almorzamos algo allá.

- Está Bien -me alcé de hombros.

Tomamos un delicioso y algo quemado desayuno, ayudamos a Carola, mi madre, a lavar los trastes y subimos a cambiarnos.

-¿Qué te pondrás? -me pregunto saliendo de la ducha Camila.

-Algo simple, aparte hay como 40 grados allá afuera.

-¿Puedo sacar de tu ropa?

-Claro, por mientras iré a ducharme -le avisé.

Hice mi rutina de mañana, opté por un conjunto cómodo que bueno, acentuaba mis atributos.
Era de por sí alta y delgada, tenía una cintura definida, poco busto pero me lo recompensaba un gran trasero. Mis ojos eran cafés obscuros al igual que mi cabello largo y lacio.

Bueno, volviendo a lo que estaba, me maquille lo justo y necesario, pestañas onduladas, rimel y brillo labial con algo de color.

Camila por otro lado, era todo lo contrario a mi. Su estatura era mediana, delgada con buen trasero y busto. Sus ojos eran azules y cabello rubio natural. De por si, era preciosa.
Ella optó por un short rosa fuerte, un top negro con flores pequeñas y converses negras.

-¿Estas lista? -me preguntó.

-Vamos.

Bajamos y mamá al parecer no estaba, por lo menos no donde nosotras estábamos.

Tomamos un bus hasta llegar a la ciudad, luego tomamos un tren que nos haría demorarnos menos. Lo se, era un viaje largo pero todo por mi mejor amiga.

Al llegar al centro comercial, entramos y estaba totalmente repleto pero aún así decidimos ir a comer primero y comprar mucha agua.

-¿Qué tal si te vas a poner a la fila y yo compro Cami?

𝐃𝐎𝐒 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐎𝐒 《𝓔𝓻𝓲𝓬𝓴 𝓑𝓻𝓲𝓪𝓷 𝓒𝓸𝓵𝓸𝓷》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora