𝐃𝐎𝐒 𝐌𝐔𝐍𝐃𝐎𝐒 《𝓔𝓻𝓲𝓬𝓴 𝓑𝓻𝓲𝓪𝓷 𝓒𝓸𝓵𝓸𝓷》

33

Hace un día habíamos llegado a Miami y por suerte pudimos descansar lo suficiente para continuar con nuestro tour el día de hoy.

El lugar al que iríamos hoy lo eligió Joel , dijo que nos vistiéramos cómodos así que tomé unos jeans azules de mezclilla, una polera blanca con un nudo al medio y zapatillas del mismo color.

-Estoy lista, ¿Nos vamos? -le dije a Erick mientras salía del baño. Él estaba encima de mi cama viendo un partido de fútbol.

-Dame 5 minutos, ya va a terminar.

-Ni lo sueñes, llevamos 15 minutos retrasados y estoy segura que Joel quiere pegarnos un tiro.

-Nosotros me suena a muchos, tú fuiste la que se quedó dormida -apagó la tele y se acercó a mi para tomarme por la cintura- Te ves preciosa.

-Te quiero -le di un pequeño beso.

-Te quiero más mi amor.

-Ahora vámonos -me solté de su agarre y caminé a la puerta.

Cuando llegamos al Miami Seaquarium, nos encontramos con Cam y Joel, pagamos nuestra entrada y comenzamos a recorrer el acuario.

-¡Mira el tamaño de esa tortuga! Dios... Mira Mer lo lento que va caminando -me habló Erick.

-Si -alargue la palabra- Es igualito a ti cuando te pones a arreglarte el cabello.

-los chicos y yo reímos mientras Er me miraba fijamente- Oh así que, ¿Nos vamos con esa señorita voy a cambiarme de ropa por décima vez en 1 hora porque no me gusta nada?

-Erick 1 América 0 -habló Joel.

-Tú no te metas Joey, Erick -miró al ojiverde- mi amiga es la más testaruda de la vida así que ni creas que ganarás alguna pelea.

-Claro que la ganaré -besó mi mejilla.

Estuvimos recorriendo el parque todo el día, Erick no dejaba de buscar alguna excusa para pelear y así -según el- poder vencerme.

-Mer, ¿Que le dice un pez a otro pez?

-Ay Dios no de nuevo -Cam rodó sus ojos mientras Joel miraba expectante a Erick.

-Hmm no lo sé, ¿Que le dijo?

-Nada.

Durante un segundo todos nos quedamos en silencio, supongo que intentando procesar el chiste que había contado mi novio, luego Joel y Erick comenzaron a reír.

-Ese ha sido el peor hasta ahora -le dije.

-¡Vamos! -me abrazó por la espalda- Admite que adoras mis chistes.

-Sólo estoy agradecida que hayas sido bendecido con una grandiosa voz, porque de comediante...Te mueres de hambre.

-Creo haber escuchado eso antes.

-Aparte -agregué- El chiste ni siquiera es así.

El solo rió y seguimos caminando.

-Mi estómago pide a gritos algo de comida.

-Vamos por algo de comer babe-le dijo Joel a mi amiga- ¿Ustedes?

-Yo quiero unas papas con cheddar.

Con Erick les pedimos la comida y mientras ellos iban por ella, nosotros fuimos a buscar asientos para el espectáculo de ballenas.

-No puedo creer que ya nos vayamos a ir de Miami.

-No quiero que te vayas, estos días han sido maravillosos -tomó mi mano y la entrelazó con la suya.

-Sin duda alguna -le sonreí- ¿Mañana que haremos?