"L" de letras con "A" de amor

Desconectarse vs. Conectarse

Aunque parece "mentira", la tecnología tiene a todo el mundo totalmente fascinado.

Ya es algo "SÚPER NORMAL" ir por la calle caminando con un celular en la mano, o pasar por los parques con "Zona Wi-Fi Gratis" y ver desde niños hasta ancianos tecleando y tecleando...

No digo que ésto sea malo. Pero la verdad es que... "todo en exceso tiene su consecuencia".

Es cierto. Los avances de la tecnología han sido buenos. Pero no sabemos usar sus beneficios adecuadamente; por lo que últimamente nos hace estar más cerca de lo VIRTUAL y más lejos de lo REAL.

Ya casi nadie se preocupa por leer un libro, salir en familia o con amigos. Y es triste que ésto pase.

Es momento de tomar un poco de conciencia, de pensar, analizar bien: ¿A quién o a qué dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo?, ¿En qué gastamos nuestra energía?, ¿Estamos conectados con cosas realmente importantes?

Sencillamente creo, que no hay nada mejor que desconectarnos un poco de la pantalla y contemplar una noche llena de estrellas, o pasar una mañana leyendo un libro y tomando café, o charlar por horas y horas en familia y con grandes amistades... 

Porque son momentos en los que alimentamos nuestra mente, nuestro espíritu, alma y corazón.

Dónde no tenemos necesidad de buscar un toma corriente disponible en la casa, o llenarnos de impotencia porque el Wi-Fi se fue. 

Así que... desconectarnos de la tecnología para conectarnos con Dios y con la vida, es lo más hermoso que podemos hacer.

Esa frase que dice que "el tiempo cuesta oro", es la pura verdad. Cada segundo que pasa tiene mucho valor y por eso debes invertirlo en algo productivo y que te haga feliz.

Hay una frase poderosa que leí en un libro, y la tomé para mi vida; dice:

"No es más importante la persona que usted es hoy, que la persona en la que se convertirá mañana."

Entonces, hagamos lo posible de ser mejores cada día, demos más amor, más sonrisas, más abrazos...

¡Seamos reales, no virtuales!

Dios te bendiga.

-LUZ.