¿Cuatrillizos?® [Dylan O'Brien] [Reeditando]

Capítulo 17: La primera vez.

[Tate]

Stiles había salido del oscuro pasillo y quedó frente a mí. Vestía un traje muy elegante color negro se veía muy apuesto con él. Era la primera vez que veía a Stiles con el cabello perfectamente peinado vestía
de una manera muy formal. No dejaba de mirarlo de arriba a abajo, el volvió a sacarme de mis pensamientos cuando habló.

—Te ves preciosa más que preciosa te ves... hermosa.—Me adulo mirándome de arriba abajo justamente como yo hacía con el hace unos minutos.

Me sonrojé de inmediato, agradecía que las luces estuvieran apagadas y que hubiera sólo las velas estuvieran encendidas, así no notaría mi rojez. Camino hacia mí y acercó lo suficiente para quedar a centímetros de mis labios.

—No te había visto en todo el día, te extrañé mucho.—Musité mirándolo con atención observando cada una de sus bellas facciones.

—También te extrañé mucho, mi amor.
—Acarició dulcemente mi mejilla con la yema de sus dedos.

—¿Qué es esto?—Pregunté con curiosidad y confusión al mismo tiempo al ver toda la decoración del apartamento.

—Es para ti.—Me dio un beso en la comisura de mis labios.

—¿Todo esto es para mí?—Murmuré con un brillo en los ojos, me sentía tan feliz e ilusionada por el detalle.

Entonces una chica de alrededor de 23 años salió de la cocina.

—Oh, ella es Katherine estará con nosotros y tocará música instrumental con el violín.
—Sonrío tímidamente hacía ambas.

La saludé y le regalé una sonrisa, ella se sentó dejos de la mesa y tomó su instrumento para empezar a tocarlo.

—Bueno ¿Quieres cenar mi bella invitada?
—Preguntó haciendo una reverencia había mí.

—Sí, claro apuesto joven.—Le devolví la reverencia con una sonrisa de felicidad.

Stiles estiró su mano para que la tomará y la acepté. Seguimos el camino de rosas hasta la mesas.

—El lugar huele muy bien... huele a vainilla
—Aspiré el agradable aroma del apartamento.

—¿Sabes quién más huele así?—Inquirió arrimando un silla para que yo me sentara en ella.

—Mmm... no.—Contesté levemente confundida mientras bajaba la cabeza.

—Tú.—Sonrío y me guiñó un ojo de manera coqueta.