Días en familia

Día seis (maratón 2/??)

-obligame-

Apenas la Omega pronunció esas palabras, quiso avalanzarce sobre ella, sin embargo algo lo detuvo, sintió como unos brazos lo rodeaban, pegando su espalda contra su pecho, mientras repartían unos besos en su marca de lazo, inmediatamente su Omega interno se removió ansioso al reconocerlo.

-Yura- susurró Otabek con voz ronca contra su oreja

-Be-Beka- se golpeó mentalmente por tartamudear al decir su nombre - ¿qué haces aquí?, ¿como?, ¿Cuando?, se removió entre sus brazos, para quedar frente al y poder abrazarlo, escondiendo su cara en el pecho del mayor, disfrutando su aroma

-me quedé preocupado por la llamada de anoche, no podía simplemente no venir-

-gracias- susurró, cerrando los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas se le escapran, odiaba ser tan dependiente de alguien, pero por Otabek podía soportarlo

-entonces...¿que pasa aquí?- alzó la mirada para observar como Otabek veía de manera detenída y con el entrecejo ligeramente  fruncido a Nancy

-¿así que este es tu alfa?, Otabek Altin ¿cierto?-El kazajo no respondió, simplemente asintió, apretando su agarre de manera protectora-tranquilo chico, yo también soy una Omega, no voy a hacerle nada a Yuri-

-Alfa, Omega, Beta es lo de menos, no voy a permitir que le hagas daño- dijo con voz grave

Otabek sabía que Yuri era alguien de carácter especial y que casi el 90% de la humanidad no era de su agrado, pero a través de su lazo podía sentir un auténtico desprecio hacia la mujer que estaba frente a ellos, tanto era así que no pudo evitar que su alfa interno tomará el control.

-los Alfas son tan ridículamente protectores-rio la omega con burla- esta bien, me voy, no diré que ha sido un gusto conocerte-

- no necesitaba ayuda- murmuró el menor mientras veía a la Omega alejarse

-lo se tigre-

No pudo evitar reír al ver como la cara del menor se sonrojaba por el apodo.

Habían decidido sentarse en el pasto, con Yuri entre sus piernas, reclamando atención.

-¿cómo supiste donde estaba?, ¿fuiste a mi casa?- pregunto el omega al notar que la única muestra de equipaje era una simple mochila

- no, con las prisas esto fue lo único que logre empacar- respondió notando la mirada que dirigí a hacia la mochila- de cualquier modo deje ropa en mi departamento-

-¿y cómo me encontraste?- insistió

-iba en un taxi cuando te vi, así que decidí bajarme-

-crei que había sido como en las películas- murmuró decepcionado

-¿como?, ¿qué mi amor me guío hasta ti?-

-¡yo nunca dije eso!- grito completamente rojo

-aunque esta vez fue una casualidad, siempre te encontraré gatito-

-eres un cursi... ¡y deja de decirme asi!- grito mintras se removia entre sus brazos

-¿prefieres tigre?- pregunto con sarcasmo, debía de admitir que después de años de relacion había obtenido la confianza suficiente para molestar a Yuri y no morir en el intento

-¡es lo mismo!, ¡deja los apodos cursis!- apesar de su histeria Yuri se había calmado apenas Otabek comenzó a besar su nuca, sobre la marca de lazo

-¿entonces que pasó?, ¿y porque siento que la mujer de hace un rato tiene algo que ver?-

- Se trata de mis padres-

-Yuri...amor, yo...lo siento tanto, sabes que nunca te haría daño, no se que me pasó- sabía que todo eso para los oídos del menor sólo sonaban a malas excusas, pero esa era la verdad, simplemente había perdido el control.

- ¿porque?- la voz de Yuri sólo tan baja, que si no hubiera puesto atención seguramente no lo habría escuchado 

- ya te lo dije Yuri, perdí el control, perdón yo-

-¿tanto querías evitar el tema que te pusiste de ese modo?, ¿ha que le temes?-

-¡¿que?!, Yuri no es lo que estas imaginado, ¡Yo nunca te engañaria!-

- no grites, vas a despertar a los mellizos- le dijo con voz firme

- Yuri tienes que confiar en mi- suplico, acercándose a el

-una vez llegaste oliendo a ella...fue sutil pero lo note, reconocí su olor penas puso un pie en la casa- dijo Yuri saliendo de entre las sábanas pero sin dirigirle la mirada, sólo veía la pared detenidamente - decidí ignorarlo...porque confiaba en ti-

- no son así las cosas-

-¿entonces como son?, ¡necesito que me digas la verdad!- le pidió entre llanto

Se quedó callado, la tención lo estaba matando, los sollozos de su pareja lo despertaban, deseaba estrecharlo entre sus brazos y pedirme perdón de todo, quería sentir nuevamente la aceptación de su pareja.

-fue mucho antes de conocerte.... ella y yo...nos íbamos a casar

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Otro capítulo

Ya saben que sus comentarios pueden cambiar el rumbo de la historia para bien o para mal :^v

*jajajajajaja tenía que enseñarles esto*