[2 - Corrompido]

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Pasaron 3 horas más, como si no fueran nada y me duele el estomago de tanto reír.

—¿Qué hora es?

Mire mi reloj. No sabía cuál de los 3 relojes hacerle caso. Al fin pude enfocar.

—5 a las 10

Castiel ya había dejado su gabardina atrás, a pesar del frío de la quitó y ahora estaba con una camisa blanca arremangada casi a los codos para poder comer bien sus papas y la camisa desabotonada los primeros dos botones porque casi se ahoga con una de ellas por el hipo.

Toma su gabardina y se levanta de golpe torpemente chocando con unas chicas que iban pasando a lo que yo les saludo como dicúlpandome por él. Me levanté y lo volví a sentar.

—¿Qué mierda, Cas?

—Solo me dejaron a las 10, L va a llegar enseguida

—¿A las diez? No. Me niego, aparte si te ven llegar así... uy. Deja de ser un pinche soldadito, vas a llegar más tarde.

—Dean.

—Cas

Salimos de ahí antes de que llegara su hermano y fuimos a caminar por las frías calles. Pero se sentía bien. Todo se sentía bien. El frío en nuestra piel. El uno caminando silenciosamente a un lado del otro. No se sentía incómodo, simplemente correcto. 

—Tienes que tomar algo no puedes llegar así a tu casa

—Porque tomé es que estoy así

—Agua, tonto

Buscamos una tienda abierta de esas de 24 horas y cuando entramos estaba vacía no era tan tarde eran las 11.

Deje que Cas entrara primero para que buscara su agua y se fue hasta el fondo donde están las aguas.

Donde se quedo parado sin hacer nada y volteo sonriendo lo cual era curioso.

—¿Qué pasa?

—La canción

De fondo estaba una canción algo vieja, como para que le gustara a un chico tan joven.

El se quedó viendo hacia la nada escuchando esa canción y luego se sentó recargado en el refri. Tarareando esa canción.

Abrázame fuerte

Ven corriendo a mi

Entonces capte que canción era

Te quiero

Los hombres G, mi mamá la escuchó alguna vez.

Cas sigue sonriendo y sigue un solo de guitarra a lo que el hace algo con la cara al escucharlo.

Me siento junto a él y lo veo hacer todo eso al escuchar la canción. Tomo una de las aguas que no están en el refri y se la doy pero realmente no me hace caso. Y yo no quiero interrumpirlo. Cuando termina la canción y regresa a la realidad ve el agua con una cara muy sonriente y me voltea a ver y dice gracias y se la toma. Ahora sigue Mujer contra mujer en la tienda pero ya no le prestamos mucho caso. Sin darme cuenta estoy sonriendo.

— Me gustan las canciones viejitas, me siento como teletransportado. Sobre todo con los sonidos. Pasa el tiempo y la gente sigue sintiendo lo mismo solo cambia la forma de decirlo.

Es interesante escucharlo, nunca es muy abierto. 

Me voltea a ver y sigue con esa sonrisa de exaltado que le dejo la canción. Le quito la botella y tomo un sorbo y se la regreso.

—Es extraño

—Me gusta ser así

—Me gusta que seas así

Tome su hombro

Su expresión cambió, dejó de sonreír pero sostuvo la mirada al igual que yo. Podría hacer eso mucho tiempo. El desvío la mirada y comenzó a jugar con la cabeza gacha con la tapa de la botella.

Pasamos otro buen rato en silencio escuchando las canciones que sonaban de fondo y Cas algunas veces las tarareaba pero no las cantaba. Después de un rato me pareció apto levantarnos e irnos así que me paré y Cas estaba en el suelo viéndome con el sueño fruncido. Le extendí la mano para que se levantara y el  se intentó levantar solo lo que obviamente no pasó y acepto mi mano. Note que tembló cuando me la dio. Debe tener frío y ni en pedo.

—¿Tu gabardina?

Puso una cara de confusión total y la busco detrás de él. Lo que resultó a no encontrarla. Si no se había dado cuenta entonces no tenía frío.

—La perdiste, perfecto

Pasamos a la caja y pagamos la botella ya vacía.

Ya eran las 12:00

Estábamos cerca de la casa de Cas pero aún así no podíamos ir caminando era un Puto suicidio. Íbamos a salir más navajeados que policías en manifestación.

Tomamos un taxi y Cas estaba casi dormido recargado en la ventana. La luz de la calle se reflejaba en su frente con sudor frío. Tenía los ojos a medio cerrar, su azul se veía más intenso con la luz de la calle.

Cuando llegamos le pague al taxista y toque el timbre de la casa de cas dejándolo en el taxi medio dormido. Si sabían que fui yo quien lo emborracho no lo iban a dejar salir conmigo así que más vale prevenir. Me acerqué a la ventana antes de irme.

—Suerte, mi 'Voz de fumador 50ton'

Me escondí detrás de un auto y salió su padre que era relajado en unas cosas pero en horarios no. Levantó a Castiel de un grito y el camino como pudo a su casa. Me di la vuelta y camine a mi casa.

Con Cas me importaba que nos asaltaran o algo pero llendo yo solo realmente no me importa ya ni dinero traigo.

Fue una gran noche.

Me niego. [Destiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora