Me niego. [Destiel]

[11 - Hilo rojo] Final

Hay esa persona tú hilo rojo y la persona con la que te vas a casar. Son distintas. Solo que nunca sabes que es tu hilo rojo hasta que no se vuelven a encontrar. Hasta que la extrañas y sabes que nunca volverá a pasar. Una oportunidad.

La felicidad y el amor se basan en recuerdos. Pinches momentos que al momento de pasar de convierten en eso. Recuerdos. Y sabes que no volverán a pasar. Sabes que no vas a volver a escuchar a una persona quejarse porque no estás manejando bien. Pero esa persona no se da cuenta que solo manejas bien porque la traes contigo. Un rojo en las mejillas al guiñar un ojo. No vas a volver a ver la sonrisa especial que no notabas que solo era para ti. Solo queda notar las miradas a lo lejos y regresar las miradas de cuando no te ve. Ver a esa persona como se esfuerza por ya no pensar en ti y pensar como le resulta así de fácil. Y sobre todo cuando hiciste todo para cagarla y aún así no cambió nada pero no podías arreglar nada. Como un video que una amiga rencorosa le enseñó cambio la mirada que tenía a una triste mirada. Esa mirada que solo estuvo por un tiempo porque en realidad nunca cambiaría para ti, diario té miraría. Una mirada al aviento de enfrente de la clase de esa maestra que odias donde alguna vez le hiciste piojito en una clase. Ver las iniciales escritas atrás de el acierto de enfrente de las cuales el nunca se enteró que escribiste. Estar en tu cuarto y encontrar una vieja gorra que no vas a tirar ni tampoco regresar. Escuchar canciones sin que te recuerden a esa persona. Encontrarte una lista arrugada manchada de chile de las palomitas que comieron aquel día que iban a estudiar y terminaron soñando, y recuerdas que nunca fueron a acampar y a la playa ni fueron a ver esa película de Marvel que a ti no te gusta pero ibas a ir por esa persona. Ves tachado ese concierto en el que casi no llegan porque estaba lloviendo y no se resistieron a bailar bajo la lluvia un rato. Solo queda visitar esa tienda con música de los 80 en español donde alguna vez se perdió una gabardina. Buscar una playera y saber que no la vas a encontrar porque está en un closet que no es tuyo o esperas que siga estando. Borrar ese número para ya no verlo más. Saber que no servirá de mucho porque te lo sabes de memoria. No ponerlo en modo avión por si te llama en la madrugada como muchas veces lo has soñado. Verlo salir con chicos que todos piensan que son sus amigos pero sabes que no es una mirada de amigos. Reconfortarte al saber que la guarda. Guarda esa mirada tuya y no se la enseña a nadie. Y lo peor es acordarte cada día de el y que ese cada día se convierta en cada semana y derrepente ya no recordar donde se te calló ese botón de la camisa que usaste ese día que seguro pasó algo. Que ya no te acuerdes. Simplemente te acuerdas cada mes. Pero nunca lo olvidas. Nunca olvidas esa dirección donde alguna vez hubo fiestas legendarias y ahora vive una joven familia con un bebé que seguro que nunca sabrá que en su cuarto fue una paleta de coco la culpable de todo. Como nunca borrarás ese video donde te celo. Video parte de una colección que te encantaba tener en una carpeta que tenías guardado con un lindo emoji de un monito rubio. Espero que cada veas esa cicatriz recuerdes que te la hiciste aquel día que quise retomar las clases de patinaje y te caíste. Espero que recuerdes. La llamada que me hiciste en la noche muy asustado porque tú papá te había visto el chupeton y tu risa nerviosa y ronca cuando se me salía un 'guapo'. ¿Lo peor? Guardar el secreto. Que mi mamá me pregunte por ti y contestar con un vago 'nos alejamos' cuando mi hermano me pregunta contestó lo mismo y se que el no, se lo cree pero asiente y me deja con mi privacidad. Sus hermanos nunca se enteraron, y quiero pensar que le preguntan que pasó con Dean, por que ya no lo deja en su casa un auto negro y porque no llega de la escuela sonriendo. Espero que haya seguido con sus buenas calificaciones que por meses no tuvo por qué alguien lo distraía. Pasar por los pasillos y que todo el mundo no sepa del magnetismo que se siente cuando pasamos, quiero pensar que tú también lo sientes, aunque no volteemos. Tú. Porque yo si lo hago esperando que tú también pero vas con tus amigos hablando de esa película que fuiste a ver que íbamos tú y yo. Y cuando por fin sus ojos se encuentran con los míos no poder decir una palabra. Sentir la culpa y que me quiebra. Y verte sonreír hacia a mi. Mostrando tu mirada que llevas guardando un largo tiempo para cuando me veas. Esa mirada que se que quería salir y se fusiona con la mía que anhelaba ser correspondida.

Es todo lo que tendré. Sonrisas cordiales con un 'era' leido en ellas. Pero con un 'es y siempre será' escrito de su parte o eso quiero creer. Yo también, Cas.

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