Ella escribe todo el rato.
Escribe en la mesa de su casa, con café a falta de tinta.
Escribe en su almohada, con lágrimas a falta de tinta.
Escribe en sus labios mordidos, con sangre a falta de tinta.
Escribe en el brazo de él, esta vez con tinta.
Ya está lo suficientemente roto.
Su bolígrafo se desliza como el arco de él,
Trazando acordes en tonalidad menor.
"No me dejes ir".