Él le dio todo lo que pudo querer.
Más que eso,
le dio demasiado de lo que había en sí.
Se dio a sí mismo.
Y le esperó. Le esperó. Le esperó.
Parece ser que N ya no le necesitaba.
Y le dolía.
Así que se fue.
Y se dio cuenta
de que era más necesario de lo que creía.
Y N, tienes que saber, que a él le sigue doliendo.
Pero prefiere que te busques a otro.
Si lo encuentras.