Jeon Jungkook estaba obsesionado con su hyung, buscaba mimos de él a cada segundo, haciendo berrinches y pataletas.
Había pasado dos semanas desde ese encuentro entre ambos, y ahora el menor no podía dejar de pensar y excitarse con ello. Se sentía enfermo, como si fuese un perro en celo. El ansias de frotarse contra el trasero de Seokjin para que este lo empotrara contra la cama era horrible. Mierda, sus hormonas lo eran. No podía pensar con claridad.
- Joder, por qué a mi... -Gruñó y se sobó la cara, dejando caer después el brazo sobre el colchón.
Mientras, Seokjin se encontraba en la habitación contigua, soltando un quejido. Estaba tan indeciso sobre todo a su alrededor, que el miedo de dar un paso en falso y equivocarse con Jungkook le paralizaba.
- ¿Qué debería hacer, Taehyung?
El menor nombrado dejó a un lado su libro y miró a su compañero, viéndole con pena. Su rostro estaba pálido.
- ¿Te digo la verdad? deberías ir a hablar con él y decirle todo lo que sientes, que quieres estar a su lado, hacerle el amor como si no hubiese un mañana, y amarle hasta el final de tus días. Así de sencillo.
- ¿Así es como hiciste tú con Jiwoo? -Murmuró el otro, alzando una ceja. Taehyung suspiró y negó lentamente.
- No estamos en un buen momento. - Le confesó, sentándose en la cama. Seokjin suspiró y se sentó en su lugar, mirando el reloj fijamente. En una hora debían marchar a un plató televisivo, y sus ánimos no estaban al día para eso. Se puso en pie y miró al menor.
- Taehyung, no te tortures. - Dejó una dulce caricia en su cabello, sonriendo de forma leve al verle más tranquilo.- ¿Qué es lo que te trae tan mal?
Tae se recostó en la cama y cubrió con su antebrazo sus ojos, gruñendo con algo de fuerza. Seokjin suspiró y se apoyó sobre su codo a su lado, haciendo sulces caricias en su pecho. Siempre que el pequeño Kim se sentía al borde de un ataque necesitaba aliviar la presión que sentía en su pecho. Y, por supuesto, esas caricias eran la mejor medicina, aunque solamente lo sabía Seokjin. La otra mano que usaba para apoyarse la dirigió a su cabello y le apartó este un poco, sonriendo dulcemente.
- Shh, no llores, pequeño... Hyung está aquí. - Murmuró el chico de forma cariñosa, abrazando a Taehyung contra su pecho. Luego, dejó un beso en su cabello y acarició toda su espalda.
- No me gusta Jiwoo noona, ya no... - Admitió con un quejido, provocando que Seokjin lo apretara más entre sus brazos. - Me gusta otra persona, y... No sé como demonios decirle, es difícil y duele...
Seokjin sonrió amplio y se inclinó sobre su oído, susurrando un par de palabras dulces para que el chico calmara sus nervios. Taehyung por suerte rió ante uno de los comentarios del mayor y golpeó su pecho, escuchando su risa igual.
- Eres de lo que no hay...
Jungkook, no quería malentender la situación, pero el rostro de Seokjin estaba muy cercano al de Taehyung. Además, se estaban abrazando en la cama, muy pegados. Y los labios de Jin estaban sobre la oreja de quien había considerado su mejor amigo.
No, Jungkook no quería hacerlo, pero estaba demasiado abrumado ante la situación. Temblaba de enojo. ¿Por eso Seokjin no lo había buscado en dos semanas? ¿Dónde quedaron esos sentimientos tan puros que se dijeron esa noche? A paso lento volvió a su habitación y se encerró ahí, apretando sus dientes para no llorar. No podía, no debía. Se sorbió la nariz y se alejó de la puerta para tumbarse en la cama y acurrucarse.
Al menos, no los había visto besarse.
Escuchó un toque en la puerta y se sentó en la cama, mirando esta y cuestionándose seriamente si debería abrir o simplemente hacerse el dormido.
- ¿Jungkookie? Soy yo...
La cara de Jungkook hizo una mueca de enojo al escuchar la voz de Taehyung. No quería verle, ni saber de él en al menos una década. Por eso, se volvió a arropar y trató de dormir al menos un rato, para bajar el malestar. Debían ir a esa entrevista sí o sí. De todas maneras, rezó a todo lo vivo que se cancelara.
- ¿Está Jungkook? - El menor miró de nuevo la puerta al escuchar la voz de Namjoon.
- Creo que está durmiendo, no responde. ¿Pasó algo? - Dijo Taehyung justo después.
- Ajá, el staff ha llamado para cancelar la entrevista. Han habido rumores extraños con esa cadena y prefiere mantenernos al margen.
Jungkook parpadeó, impresionado. ¿Acababa de cambiar el destino con un pensamiento?
- Gracias, Dios... Rezaré a partir de ahora cada noche... -Susurró y se acurruco, muy feliz y satisfecho de que la entrevista desapareciera de su agenda. Soltando un suspiro, se hizo una bola una vez más bajo su colcha azul. El calor empezaba a apoderarse de su cuerpo, al novel de dejarle en el limbo del sueño. Pero el sonido chirriante de la puerta abrirse le hizo despertar y mirar a su alrededor, escuchando de nuevo la puerta cerrada. Estaba confuso y malhumorado en ese momento. Parpadeó para poder ver de quién se trataba y abrió amplio los ojos al ver a Seokjin sentarse a su lado.
Su cuerpo se tensó al instante de notarle a su lado, entre las sábanas. Sus brazos atraparon su cintura y lo atrajo a su cuerpo, dejando cariñosos besos por su mejilla y su cuello, suspirando. Jungkook se movió un poco y fingió despertar, mirando a Seokjin interrogante.
- ¿Qué...?
- Te necesito, Kookie.
El menor frotó sus ojos y se volteó un poco, curioso una vez más.
- ¿Pasó algo?
Seokjin negó y atrapó los labios del menor entre los propios. Al poco, se separó y besó su mandíbula.
- Déjame ser tu primera vez.

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Ma raison est toi | JinKook
FanfictionSeokjin amaba a su maknae, lo adoraba. Hasta el punto de llegar a hacerse adicto a él. ~> JinKook /KookJin Historia paralela a: Ma joie c'est toi. Historia corta.