Adios...
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"Hola, sé que es algo raro que yo escriba estas palabras, no soy muy bueno para expresarme. Realmente quería decirte todo, me has gustado desde el primer momento en que te vi. Ese día mi corazón se acelero como nunca antes. Recuerdo que tu cabello era largo hasta tus hombros, traías puesto una remera blanca y un pantalón negro. Ese día llegabas a la escuela con una hermosa sonrisa, de verdad iluminabas todo a tu pasar, sobretodo recuerdo el árbol de cerezo que había justo arriba tuyo. Jamas había quedado tan fascinado con una persona.
Ya sé que he tardado en darme cuenta de lo que sentía, lo negaba. Me dedique a observarte de lejos, quería acercarme pero no tenia las agallas suficientes. Fui un imbécil. Luego cuando de verdad me decidí a declararme, habías comenzado a salir con Hoseok. Mis esperanzas desaparecieron, no quería arruinar la felicidad de mi amigo así que callé. Era difícil verlos caminar dela mano, ver como sonreían y pasaban mucho tiempo juntos. Iba muriendo por dentro, no sabes cuanto deseaba ser yo quien estuviese abrazándote. Yo deseaba besarte, yo deseaba abrazarte, yo deseaba ser quien te robara el sueño, yo deseaba llevarte a todos lados. Deseaba ser yo quien te hiciera feliz. Pero solo me quedó acercarme a ti siendo solo tu amigo.
Cada vez que llorabas por él, sentía como mi corazón se estrujaba, como me daba coraje para ir y darle un golpe al tonto de mi amigo, pero solo me quedaba contigo, consolándote y rompiéndome más.
Aun recuerdo cuando terminaste con él, fue muy difícil para ti, pero yo intentaba hacerte reír. De a poco la esperanza iba apareciendo otra vez, pero pensaba en mi amigo, sabia que dolería si se enteraba que estaba enamorado de su ex novia. Me sentía en un limbo ¿Que hago? me preguntaba siempre. Me estaba volviendo loco, pero sin más rodeos, tomé valor y hablé con él. Se sorprendió. No sabia como reaccionar. Al principio estaba alterado pero cuando se calmó, lo aceptó. Nunca antes me había sentido tan libre, lejos de esa pesada carga. Es por eso que ese día fui corriendo a tu casa, estaba más que decidido en decirte todo. Mi corazón estaba a punto de explotar de la emoción. Tenía una mezcla de emociones.
Tu madre me abrió la puerta y me dejó pasar, aun no volvías de la escuela de baile, así que me quedé hablando con tu mamá. Pasaron las horas. No llegabas. Ambos ya estábamos preocupados. No dudé en ir a buscarte.
Fui hasta la escuela, me habían dicho que ya te habías ido hace unas horas. No entendía ¿Donde estabas? Recorrí la ciudad y no tenía rastros de ti. Ya comenzaba a tener un mal presentimiento.
Cuando volvía hacia tu casa, vi un murmullo de gente en una esquina. Me acerqué y vi lo peor. Estabas allí, tirada en el suelo. Tu cabeza tenia una herida grave, estabas inconsciente.
Sin pensarlo me arrodillé a tu lado y te tomé en brazos, estabas fría no reaccionabas a pesar de lo mucho que gritaba tu nombre. Mis lagrimas caían, nunca sentí tanto dolor. Me sentía culpable de no haber estado contigo ese día, te hubiera protegido, nunca te hubiera pasado esto.
Un policía intentó quitarme de ti, pero me negaba, me negaba al hecho de que te habías ido de mi vida. Me habían quitado el corazón. Si tan solo te hubiera dicho lo que sentía por ti, si tan solo hubiera tenido las agallas para decirte cuando te amo... Si no hubiera sido que tardé tanto en confesarme, quizás hoy estarías junto a mi. Me siento culpable, amor. Cargo con esa culpa todos los días desde tu partida. Extraño verte, extraño tu sonrisa, extraño cuando me veías y me abrazabas feliz de verme. Hubiéramos hecho tantas cosas. Nunca te abandonaré, vives en mi mente y corazón. Mis días son grises desde tu partida. Eras mi sol, iluminabas mi vida. Ya nada tiene color ni sentido para mi. Te quiero aquí, conmigo. Ya han pasado seis meses y no comprendo el porque aun. Necesito al menos verte una ultima vez, sin ti no soy feliz.
Estoy abatido. Dime ¿Como puedo luchar contra esto? Dime como continuar. Te amo y extraño tanto que duele. Lo siento, lo siento tanto... Solo espero que estés donde estés, estés bien. No sé como despedirme de ti, lloro todas las noches recordándote. Ayúdame, quiero ser fuerte, pero nunca me he sentido tan débil. Por favor, dime... ¿Como despedirme de ti?"