Villano al asecho.

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El frío viento besa su rostro, mientras camina por las calzadas del parque central en las inmediaciones de su casa. Viene andando, así como las piernas. No es mucha distancia la que recorrería, no más de seis cuadras lineales. La chica lleva puesta, está sumergida en sus pensamientos sobre cómo le irá en la cena de esa noche. Nunca se preocupa por su dieta, más hoy en día fuera de lo común, compartir mesa con el invitado no solo especial y exquisito, de su vida.

Ya se acerca al último tramo del área verde con losas marrones, aumenta la velocidad de los pasos; es la parte más oscura, fría y grimosa del lugar. Percibe que no es la única en la dirección, pero quien la acompaña en el camino cuida sus pasos. Aquí la sigue de cerca, pero no se adelanta por más que ella deja espacio en la vía peatonal. Su corazón tarde con furor, experimenta miedo debido al ambiente desolado. Lleva la mirada hacia el suelo, como despistando el pensamiento de persecución. En un momento se da cuenta de que no hay pasos para ella: se detiene, gira el cuello y el dorso, levanta la mirada para a confirmar su percepción, esta pierde en la distancia y la oscuridad. Respiró hondo de alivio al tiempo que recuperaba su antigua posición para continuar su ruta ....

-¡Aaaaaaaaaarrgggggghhhhh! -

Un grito que lo absorbe el vacío del parque y se ahoga en el paño de su mordaza. Lo último que vio fue una venda negra frente a sus ojos.

Más tarde alrededor de unos cuarenta minutos o una hora, Marly siente que está sentada en un sillón de madera no tan cómodo. Les atan las manos a cada extremo del asiento y los pies estirados y atados.

Su captor no ha hablado hasta el momento, se ha perdido cerca de ella y le ha pedido que se lo lleve. Sin ver nada, aún siente que la manipula y apunta a su rostro a la altura de la boca. Tocándole tímidamente los labios y dientes, mojándose con la saliva que vende por culpa de la tela que no le permite hablar.

Marly siente el sabor de ese orificio frío, al compás que el villano toma el cabello y la hamaquea hasta hacia él.

-Mmm ... Mmm ... Mmm ...

Ella balbuceaba, tras los movimientos y objetos en su boca.

La captura y el comportamiento hacia la joven por parte del protagonista de su cautiverio son dignos de un hombre.

Retira la mano del pelo sin alejar mucho lo demás. Con la misma arrebata el nudo de la tela que detiene, en la boca.

-Aww ...

-Mmm ... Ahgg ... Ahgg ...

Marly aprovechó que la eliminación de la mordaza para gritar unas palabras, pero fue silenciada por su oponente quien le introdujo y movió más el armamento. Ella se escuchaba como si tuviese náuseas. No podía hablar, su respiración parecía el galope de un potro.

Sintió como su blusa disparaba uno a uno los broches al aire, al ser con fuerza a la prenda sin quitarla por completo, pero dejando casi descubiertos sus callados pechos.

Él, de un tiro liberó la boca de la chica del arma ya toda húmeda. Tragó y respiro hondo recuperando el aliento. Quiso gritar pero él, la silenció acercándose a su oído izquierdo y con voz de burla dijo:

-Shhh .... Nadie te escuchará. Estamos en el sótano de una cabaña a las afuera de la cuidad.

Calló y luego continuó:

-Ahorra energía y disfruta la ocasión, eres mi invitada.

La voz se apaga y más tarde siente una sensación fría y húmeda en las cumbres de sus lomas. El clima en estas, cambiaba al contacto con esa nube con su atmósfera. Hasta el momento que llovió ligero, entre ellas.

La condición climática de las nubes frías y cargadas de lluvia cambió de forma descendente desde lo alto de las montañas gemelas de la sierra de su cuerpo hasta el valle. Recorriendo todos los rincones del mismo, acariciando con suave viento.

Marly movía la cabeza de un lado al otro como la báscula de un reloj antiguo, pero más lento. Acompañada del miedo, pareciera que disfruta también de lo que el villano puede provocar al jugar con su cuerpo, como si fuera un mapa geográfico.

Sintió más tarde que la nube que la cubría se alejaba, cada vez descendía más, como la niebla que cubre el valle y las coronas de los árboles son ocultados en su espesor.

Al cabo de un largo rato de intensa lluvia en el cañón, fue un río perenne que fluía sin corriente, solo con el impulso de la lluvia que le dio vida.

Entre sollozos dijo:

-Nunca imaginé la sensación que siente, al ser secuestrada.

Rió el captor y pronunció como si disfrutara aquello:

-Pensé percibir el miedo que te acogió en el parque, cuando te vas por los arbustos sin que las palabras para capturarte de frente.

Volvió a decir el mismo instante que desveló la venda que cubría los ojos de la chica.

Marly, la mirada, la mirada, el rostro para el futuro con la escasa luz de una lámpara al villano que la acompañaba, en ese sombrío espacio, soterrado. Y dijo intrigante:

-¡Tú Sabes, cómo excitarme, Kaleb!

Sie7e NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora